Mujeres y hombres: ¿los hombres no escuchan o las mujeres hablan demasiado?

Nos encontramos ante uno de esos tópicos que trascienden los estereotipos para convertirse en pura realidad. Es cierto. Mujeres y hombres no pueden llegar a entenderse porque las mujeres hablan demasiado y los hombres no escuchan.

Con estas diferentes actitudes, la comunicación se hace totalmente imposible, digan lo que digan los bienintencionados expertos en la pareja.

Parejas incomunicadas

Los expertos afirman que la base de una relación de pareja es la comunicación. Resulta que en la mayoría de las ocasiones, esa comunicación es inexistente y el resultado son dos personas que en su día se enamoraron y que ahora conviven en el mismo espacio reducido, pero incomunicadas. Los hay que se preocupan de esas parejas a distancia, pero no hace falta estar lejos el uno del otro para que se interrumpa la comunicación.

Que los hombres no escuchan a las mujeres no es una queja sin razón de las mujeres, es que de verdad no escuchan. Hay quien afirma que su incapacidad para escuchar responde a factores fisiológicos, como si su cerebro no estuviera diseñado para captar el lenguaje verbal femenino. Si esto fuera cierto, con los adelantos médicos que hay hoy en día, no nos explicamos cómo aún no han sacado al mercado unas pastillas para escuchar.

De la misma forma, debemos reconocer que las mujeres hablamos mucho. Esta característica no se trata tanto de un defecto como de una molestia para el delicado oído masculino. Porque a los hombres les molesta que hablemos mucho o, simplemente que hablemos. Se quejan de que nuestra verborrea les provoca confusión y dolor de cabeza, síntomas que no sufren con el atronador sonido de la cancha de un partido de baloncesto o con las chirriantes ruedas cuando ven la Fórmula 1.

Cómo evitar la incomunicación en la pareja

Sinceramente, este problema de comunicación entre mujeres y hombres no tiene solución. Así que podríamos empezar a buscar otro pilar que sostenga mejor una relación de pareja exitosa como, por ejemplo, la aceptación. Cuidado, porque la aceptación no implica sumisión. Debemos aceptar que nuestra pareja no nos escucha y buscar otras estrategias para hacerle llegar nuestros mensajes.

Para que nuestra pareja reciba la información cotidiana, lo mejor es dejar notas llamativas en el frigorífico o incluso en la pantalla del televisor, reforzar el mensaje con un Whatsapp y, por último, intentarlo de viva voz. Más complicado es hacerle llegar nuestras preocupaciones personales y de pareja. Para las cuestiones personales, como insatisfacción vital, deseo de cambiar de trabajo, problemas con la familia o temores de salud, lo mejor es desahogarnos con una amiga, que siempre sabrá consolarnos mejor.

Si nuestra preocupación es sentimental, si creemos que no estamos funcionando bien y queremos buscar la solución a nuestros problemas de pareja, el asunto se complica. ¿Cómo hacer que nos escuche? Es fundamental no empezar nunca la conversación llamando su atención sobre la importancia del asunto. Mejor hablarlo como si de una anécdota se tratara, lanzar las ideas principales a modo de esquema y será al final de la breve exposición cuando remarquemos la importancia de la charla. Y que la suerte nos acompañe.

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