Mujeres y hombres: la infidelidad financiera

Hay dos cosas capaces de poner fin a una relación de pareja: la rutina y la mentira. Si a la rutina debemos hacer frente en pareja, afrontar una mentira suele ser cosa de uno y no de los dos. Mujeres y hombres practican la mentira, el engaño o la infidelidad dentro de la pareja sin tener muy en cuenta sus consecuencias. Y resulta que la infidelidad no es solo sexual, también existe y, además es muy frecuente, la infidelidad financiera.

Qué es la infidelidad financiera

Pocas personas no han sufrido o practicado la infidelidad. Cuando hablamos de infidelidad, generalmente estamos hablando de mantener relaciones sexuales con otra persona que no es la pareja. Si vamos un poco más allá, algunas personas consideran infidelidad tener un amor platónico, sin sexo, pero con el corazón. Y hoy en día incluso se habla de infidelidad virtual cuando se flirtea a través de las redes sociales.

Y es que infidelidades hay de todo tipo. Nos llama especialmente la atención el aumento de la llamada infidelidad financiera, un vocablo de nuevo cuño que cada vez oiremos más. La infidelidad financiera es, como toda infidelidad, un engaño, en este caso en cuestiones de dinero. Toda mentira relacionada con la economía de la pareja se considera infidelidad financiera.

Hay varios tipos de infidelidad financiera cuyas consecuencias pueden ser más o menos desastrosas para la relación de pareja. O bien un miembro de la pareja realiza gastos que oculta a su pareja o bien uno de los dos omite información sobre el estado real de su economía conjunta y, cuando la realidad se impone, se encuentran con una deuda imposible de afrontar.

Consecuencias de la infidelidad financiera

Parece que el tema del dinero no encaja en el puzzle del amor. A nadie le gusta hablar de dinero, pero la verdad es que en el ámbito de la pareja, las cuentas claras son vitales. Si la confianza es el pilar sobre el que se asienta cualquier relación, ese pilar se hace extensible también en el terreno económico. Si un buen día te das cuenta de que tu pareja está utilizando el dinero común sin consultártelo, probablemente la confianza, en todos los ámbitos, se debilitará.

Distinto es el caso en el que te puedes encontrar arruinada porque tu pareja no te ha hecho partícipe de todos los movimientos de dinero, situación que suele derivar en una crisis, no de la confianza, sino de la pareja, y que la mayoría de las veces termina en separación definitiva.

En cualquier caso, nunca es agradable darte cuenta de que tu pareja, por ejemplo, gana más de lo que te dice, o que tiene una deuda pendiente con el banco, o que utiliza la tarjeta de crédito común para hacer gastos propios. Todas ellas infidelidades financieras que te harán desconfiar de tu pareja también en el terreno sentimental.

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