La leyenda de la suegra que no se metía en nada

Tantas veces nos hemos quejado de la relación con la suegra que estas señoras nos han expresado su malestar. Dicen las suegras que ellas no son entrometidas, que aceptan sin rechistar a las parejas que sus hijos eligen y que hacen todo lo posible por hacerles la vida más fácil. Y también nos han contado la leyenda de la suegra que no se metía en nada. Nos limitamos a reproducirla.

El cuento de la suegra bonita

Había una vez una suegra que sonrió encantada el día que conoció a la novia de su hijo. Fue una sonrisa sincera, como sincero fue el abrazo que le dio y la bienvenida a su nueva familia. Una vez que logró estar a solas con su hijo, le comentó lo inteligente que parecía su novia y alabó la buena elección de pareja. La felicidad se respiraba en el ambiente.

Había tan buen rollo entre suegra y nuera que se llamaban por teléfono todos los días. Si un día la suegra bonita no llamaba, era la nuera quien le hacía la llamada o le envíaba un Whatsapp. Porque las suegras de hoy en día también tienen Whatsapp, algunas tienen hasta Facebook, lo que genera mucho miedo al principio. Pero cuando ves que tu suegra es inofensiva, todo fluye mejor.

Suegra y nuera iban de compras juntas y comían los domingos con toda la familia. Las comidas familiares transcurrían entre bromas y alabanzas. Que si qué bien cocinas, que si te enseñaré cuando quieras, que si qué bien te queda este vestido, que cómo te va en el trabajo, que si gracias por hacer tan feliz a mi hijo. La suegra jamás lanzó una indirecta sobre la relación de pareja y la nuera jamás se sintió juzgada ni condenada.

Eran tan felices que incluso pensaron en pedirle a la suegra que se fuera a vivir con la pareja. Estaba ya todo decidido, con la habitación lista para recibirla y con la misma ilusión que se espera la llegada de un nuevo miembro a la familia. Y justo en el momento en que sonó el timbre de la puerta, la nuera despertó y se dio cuenta de que todo había sido un sueño.

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