Cómo no ceder al chantaje emocional en pareja: Protégete

El chantaje emocional no ocurre únicamente dentro de las relaciones de pareja, pero sí es el que más riesgo tiene. Una manipulación continuada puede acabar con una total dependencia de tu pareja y ese no es un riesgo que debas asumir. Si quieres acabar con este juego maligno, te contamos cómo no ceder al chantaje emocional.

Cómo funciona el chantaje emocional

Al principio no te das ni cuenta, por eso los chantajistas parten con cierta ventaja. El chantaje emocional juega con sentimientos tan intensos como la empatía, el miedo o la culpa. De las peticiones sutiles, se pasa a las exigencias y de ahí a las amenazas, lo que no deja de ser una situación tóxica que puede poner en peligro tu autoestima, tu personalidad y tu propia vida.

Los chantajistas emocionales utilizan tu empatía para conseguir que hagas lo que ellos quieren independientemente de tus deseos o necesidades. Ellos son los que cuentan, sus deseos son los que cuentan y deben ser satisfechos cuanto antes. Esa empatía que en teoría es una de tus mejores virtudes, se convierte al lado de un chantajista emocional en un punto débil que debes evitar.

En un paso intermedio del chantaje sutil a la amenaza directa entra en juego el sentimiento de culpa. Si no accedes a sus deseos, demandas, peticiones o exigencias es que eres mala persona o no le quieres lo suficiente. Y tú empiezas a cuestionarte tus propia forma de ser para intentar adaptarla a lo que esa persona espera de ti.

Poco a poco llegamos a una destrucción de la autoestima y a olvidar todos tus valores. Ahora funcionas con los esquemas vitales de tu pareja, ahora eres dependiente y el miedo a que te deje, a que te abandone o a que no te quiera hace que cumplas sus deseos sin oponer apenas resistencia.

Cómo evitar el chantaje emocional

Pero el chantaje emocional se puede evitar. El requisito previo es darte cuenta de que estás siendo manipulada y la pista te la puede dar esa sensación de inquietud que te produce la relación, la ansiedad, las dudas sobre ti misma, la inseguridad y la sombra de una certeza que no te atreves a reconocer: algo no va bien.

Si además has cambiado desde que estás en esa relación, si ya no te reconoces, es evidente que alguien ha estado moldeándote a su gusto. Y no se trata de demonizar a la otra persona (al menos no en todos los casos) porque tú también has participado de este juego de poder. Pero sí es hora de decir ¡basta!

1 Cuando tu pareja te pida algo que tú no deseas hacer pregúntale de forma natural: ¿te parece normal lo que me estás pidiendo? Al menos le sorprenderá tu reacción.

2 Pide tiempo. Los chantajistas emocionales quieren ver sus resultados cuanto antes. Dile que te lo tienes que pensar, que tal vez lo hagas, pero que necesitas un tiempo para pensarlo.

3 Di no. En estos casos la mayoría de las veces tendrás que decir "no". Una negativa contundente y firme. ¿Has aprendido ya a hacerlo?

4 La mejor protección frente al chantaje emocional es tener una buena autoestima, conocerte bien a ti misma, gustarte y así saber cuándo una petición o exigencia no es compatible con tus valores.

5 No confundas amor con sumisión. Puedes querer a una persona y no ceder a todos sus deseos. No tienes que hacerle feliz, no tienes ni puedes hacer feliz a nadie más que a ti misma.

6 Delimita las responsabilidades. Un chantajista emocional tiende a echarte la culpa de sus cambios de humor. Él está mal por tu culpa, porque no accedes a sus demandas. Y es entonces cuando debes poner límites porque tú no eres responsable de sus emociones.

Si estás sufriendo chantaje emocional en tu pareja, con alguna amiga o con alguien de tu familia, piensa seriamente si puedes hacerle frente, si puedes mejorar la situación o si la otra persona lo está haciendo inconscientemente. Porque hay ocasiones en las que frente a la manipulación solo cabe poner distancia.

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