Cómo darte cuenta de que lo mejor es el divorcio

Las parejas se siguen casando, confiando en que será para siempre, pero el número de divorcios va en aumento y constata que el amor es más efímero de lo que parece. O, quizás, que hace falta algo más que amor para tener una relación estable y duradera. Si tu relación va mal, puede que lo mejor sea el divorcio. Es difícil darse cuenta, porque es una decisión muy dolorosa, por eso hemos querido echarte una mano y contarte las señales que se pueden estar produciendo en tu relación para que las analices e intentes, si es el caso, decidir qué hacer. 

¿Relación rota o crisis de pareja?

La gran duda entre las parejas que se están planteando la separación es saber si la relación está rota o se trata de una crisis de pareja. Porque una relación rota no tiene arreglo posible, por más que nuestras abuelas insistan en que las cosas se reparan y no se desechan. Pero si se trata de una crisis de pareja, con esfuerzo y con ganas por parte de ambos, la relación puede sobrevivir y hasta salir reforzada.

Te planteamos algunas preguntas que te ayudarán a distinguir si se trata de una crisis o de un final inminente. ¿Cuánto tiempo llevas pensando que tu relación va mal? ¿Has conseguido identificar los problemas de pareja o es un malestar generalizado? ¿Has intentado mejorar la relación? Y ahora cierra los ojos y piensa si quieres pasar el resto de tu vida con tu marido.

Incompatibilidad de caracteres

Cantaba Sabina sobre la incompatibilidad de formas de ser, ese problema que al principio de la relación, cuando el enamoramiento domina por encima de cualquier cosa, no se percibe, pero que con el tiempo sale a la luz con tremendas consecuencias. La incompatibilidad de caracteres no hay amor que lo supere y puede que sea el principal motivo de que ese amor se acabe.

Si bien hace falta el amor para que un matrimonio o una relación de pareja funcione, con el amor solo no basta. De ahí que unos caracteres incompatibles sean incapaces de tener una convivencia feliz o de llevar a cabo un proyecto común como es un matrimonio, formar una familia llegado el caso y pasar toda una vida juntos.

Las discusiones de pareja mal entendidas

Que las discusiones tensas sean el pan vuestro de cada día es motivo más que suficiente para plantearse el divorcio. No hablamos de las discusiones productivas, de los debates o de las discrepancias en pareja que se solucionan con la varita mágica de la comunicación. Hablamos de las discusiones mal entendidas, de los enfados y de la incomprensión que generan.

Las discusiones de pareja mal entendidas llevan sí o sí al distanciamiento de la pareja y te sitúan en un punto de no retorno en el que los reproches, el desprecio y la falta de respeto hacen imposible rectificar. Lo único que puedes modificar llegado este momento es tu planteamiento de la relación. Y si no funciona, tienes un divorcio por gestionar.

Por el bien de vuestros hijos, ¿lo mejor es el divorcio?

Muchas parejas ya son conscientes de que su relación se ha acabado. No hay amor, no hay confianza, no hay ganas de seguir, pero temen tomar la decisión de separarse por los hijos, porque no quieren romper la familia, porque no quieren que sus hijos sufran. Y sin embargo, ¿no sufrirán más los niños si viven su infancia en un ambiente tenso y lleno de infelicidad?

El divorcio no es un drama para los niños si se consigue una ruptura civilizada y amistosa. Si de verdad se tiene en cuenta el bienestar de los hijos, el divorcio no debería hacerse esperar en esos casos en los que la pareja genera un ambiente tan tenso y hostil que en lugar de una familia parece un campo de batalla. Así que cambia el chip, porque 'por el bien de los niños' también te puedes divorciar.

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