Cinco motivos para sonreír tras un divorcio
Muchos matrimonios vienen con fecha de caducidad y acaban en un divorcio más o menos traumático, más o menos doloroso. No es fácil olvidar la vida con tu exmarido y empezar de nuevo, pero nos hemos propuesto no perder la sonrisa. Siempre hay motivos para sonreír, también después de un divorcio. Al fin y al cabo, un final siempre implica un nuevo comienzo.
Por qué sonreír tras el divorcio
Tal vez creas que vas a estar sumida en esa pena y en esa confusión en que te ha dejado tu divorcio para siempre jamás, pero no es así. El duelo tras una ruptura es inevitable, pero el trago se hace menos amargo si eres capaz de valorar todo lo bueno de la situación. Porque hasta un divorcio tiene su lado positivo, encontramos algunos motivos para sonreír.
1 Soledad. ¿Crees que la soledad no es un motivo para sonreír? Imagínate en tu casa sin tu exmarido, con el sofá entero para ti, con la tarde entera para ti sin tener que preocuparte de nadie más que de ti. Imagínate viendo las películas que quieres, escuchando la música que te gusta y mimándote como solo tú sabes hacer. Seguro que te apetece un poco más sonreír.
2 Compañía. Si ahora que te has divorciado vas a poder valorar y disfrutar tus momentos a solas, también te hará sonreír la idea de la compañía que vas a tener a partir de ahora. Tus amigas rodeándote dispuestas a compartir no solo sonrisas, sino también carcajadas. Porque el momento vale la pena.
3 Despertares. Tal vez te cueste un poco acostumbrarte a despertar y no tener a tu marido a tu lado. Levantarte de la cama, hacerte el desayuno, ducharte y prepararte sin ninguna voz a tu lado que martillee tus madrugones. Si te lo estás imaginando ya, seguro que ya has empezado a sonreír.
4 Planes. Reconócelo. Los planes con tu exmarido ya habían llegado a ese punto de aburrimiento con peligro de muerte. Ahora puedes hacer tus planes sola, conocer gente nueva y organizar fines de semana con tus amigas. Unas vacaciones en solitario también te vendrán genial para ser más independiente y volver a sonreír.
5 Suegra. Uno de los mejores alicientes de un divorcio es que ya no vas a tener que aguantar a tu suegra nunca más. Es un motivo más que suficiente para que no se te borre la sonrisa de la cara en una semana. Y si aún no estás sonriendo lo harás cuando llegue el domingo y no tengas que enfrentarte a una comida con tus suegros.
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