Historia de amor en Nochebuena: una cena diferente a base de pasión

No se digiere bien la cena de Nochebuena cuando recaen sobre ti todos los ojos de la familia. Y las críticas silenciosas, las miradas reprobatorias, las indirectas, las preguntas indiscretas. Un año más soltera. Carla disfrutaba de su soltería como nadie podía imaginar, excepto un día en concreto, el de Nochebuena, un día en el que desearía tener pareja, más que nada para no ser el centro de atención. Aquella Nochebuena, que era una de tantas, poco se imaginaba Carla que iba a vivir una apasionada historia de amor.

Historia de amor en Nochebuena: Amor en familia

Las tres horas en coche que la separaban de la casa de sus padres eran más que suficientes para llegar la tarde del día 24 ya agotada ante la perspectiva de ser observada, criticada y juzgada como si estuviera ante un tribunal de la inquisición. Carla afrontaba la Navidad de bastante mala gana como un mal trago que hay que pasar cuanto antes, pero de obligado cumplimiento.

Aquella Nochebuena la esperaban, como siempre, con los brazos abiertos, su hermano santurrón, su cuñada organizadora y sus retoños insoportables; también su padre, que al segundo vino se preguntaba en voz alta por la orientación sexual de su hija en vista de que nunca les presentaba a ningún novio. Y su madre recordándole su edad y la acuciante necesidad de formar una familia. A esta estampa familiar se sumaba su hermana pequeña, que siempre llegaba acompañada del novio de turno, diferente cada año, fiel a su espíritu de renovarse o morir.

Los novios de su hermana pequeña eran la nota que amenizaba las Navidades. Y por aquella mesa de Nochebuena habían pasado personajes variopintos. Aquél año, el recién estrenado novio de su hermana irrumpió en la casa familiar para convertir una tortuosa Nochebuena en una de las mejores noches en la vida de Carla. Está mal reconocerlo, pero en cuanto se lo presentaron, Carla quedó atrapada en la seductora mirada de ojos azules.

Relaciones familiares en Nochebuena

Desde el primer momento, aquél novio de su hermana del que no se había quedado con el nombre, la buscó constantemente con la mirada, la persiguió mentalmente hasta que juntaron sus sonrisas. En el segundo momento, Carla notó cómo se rozaban sus rodillas cuando se sentó junto a ella en el sofá. Fue cuando Carla dijo que iba a dar un paseo en bici, cuando aquél pretendiente a cuñado dijo que la acompañaba.

Y fue cuando entraron en el garaje, con todos los demás en casa ocupados en los preparativos de la cena, cuando el novio de su hermana cerró la puerta, se acercó a Carla, que ni se le ocurrió protestar, y empezó a besarla como nunca antes lo había hecho nadie. Carla estaba totalmente rendida y se dejó llevar, haciendo y dejándose hacer allí mismo dentro del coche de su padre. El paseo en bici quedó olvidado.

Con otro ánimo, Carla y el novio de su hermana volvieron a casa para la cena y no dudaron en sentarse uno junto al otro. Una forma diferente de pasar la Nochebuena, prestando más atención a lo que ocurría bajo la mesa que a los dardos envenados de su familia. Así es como Carla descubrió el placer de una Nochebuena en familia.

Puedes leer más artículos similares a Historia de amor en Nochebuena: una cena diferente a base de pasión, en la categoría de Historias de amor en Diario Femenino.