Historia de amor bélica: luchar con amor

El amor puede surgir en cualquier momento, en cualquier situación, en cualquier lado. Por imposible que parezca, el amor puede surgir incluso en un escenario tan tremendo como el de una guerra. Al menos, así lo vivió Amy que, cuando menos lo esperaba, en el momento más inoportuno, en medio de un conflicto armado en pleno bosque, conoció a Frank y vivió su mejor historia de amor.

Historia de amor entre enemigos

La guerra se trasladó a los bosques. Ambos bandos luchaban por la libertad. Un objetivo único, un mismo ideal que en algún momento se convirtió en contradictorio. Porque la libertad es solo una, pero las formas de entenderla pueden ser tan diferentes. Puede ser por eso que nadie estaba seguro de en qué bando luchaba, puede ser por eso que, con el tiempo, el objetivo se difuminó y siguieron luchando sin saber muy bien por qué.

El caso es que eran muchas las personas que vivían, sobrevivían en los bosques. Hombres, mujeres y niños que habían hecho de la supervivencia un arte y que habían aprendido a matar antes de morir. Amy prácticamente se había criado en el bosque, había nacido en uno de los bandos y nadie le había preguntado por qué quería luchar. Nadie le había preguntado si quería luchar.

La decisión de Frank de unirse a la guerrilla había sido más consciente, pero después de tantos años, ya había perdido el sentido. Frank solo luchaba para sobrevivir, en un bando distinto al de Amy. El destino quiso que en medio de la batalla surgiera un poco de ilusión, una ilusión diferente y así juntó a estos dos guerrilleros que luchaban por libertades tan distintas.

Amor imposible

El primer encuentro entre Amy y Frank fue causal. Los siguientes encuentros fueron muy buscados, muy deseados. En ese primer encuentro, uno de los dos debía haber matado al otro y, sin embargo, no lo hicieron. Por primera vez, sosteniéndose las miradas, dudaron del sentido de toda una vida de lucha. Sin duda, era el destino el que los había juntado, así que no pensaban resistirse.

Fue una historia de amor imposible, con encuentros clandestinos, con silencios y desconfianzas. Pero si bien no se atrevían a hablar demasiado, sí se atrevían a derrochar deseo, en una entrega intensa en la que eran sus cuerpos los que luchaban para luego dejarse vencer. La realidad se impuso al amor. Aquella guerra hacía tiempo que había dejado de tener sentido y muchos guerrilleros abandonaron la causa y se marcharon a la ciudad.

Amy se marchó a la ciudad, mientras que Frank, que había sido uno de los promotores de aquella guerra interminable, debía permanecer hasta el final. Frank se quedó en el bosque con unos pocos, de un bando y del otro, y nadie sabe qué fue de ellos. Nadie sabe siquiera si ellos mismos dieron por terminada la guerra. Pero Amy no se rindió jamás y acudía cada año se adentraba en el bosque con la esperanza de encontrar a su amor.

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