Cómo vivir la mejor historia de amor de verano
Los mejores consejos para disfrutar al máximo de tu relación estival
- Consejos para vivir la mejor historia de amor de verano
¿Quién no ha soñado alguna vez con vivir una historia de amor de verano? Lo cierto es que cuando pensamos en este tipo de relaciones las solemos asociar a la adolescencia. Esa etapa en la que se tienen las hormonas más revolucionadas y la idea de enamorarse durante las vacaciones parece realmente tentadora. Pero, en verdad, un amor estival se puede dar y disfrutar a cualquier edad. Es más, es algo totalmente recomendable. Se trata de un tipo de historia fresca y apasionante que te abre las puertas a nuevas experiencias y que, por lo general, suele tener una temporalidad definida, lo cual consigue que a la larga nos quedemos con las cosas buenas y no haya lugar a los malos rollos ni a las discusiones.
Eso sí, para poder disfrutar en condiciones de un amor de verano lo más importante es que tengas muy claro desde el principio qué es y a dónde quieres llegar con esa relación porque de lo contrario puede terminar convirtiéndose en una verdadera pesadilla. A continuación, te damos algunos consejos para que puedas vivir la mejor historia de amor de verano jamás contada.
Consejos para vivir la mejor historia de amor de verano
+ Disfruta del momento: Por regla general los amores estivales suelen tener fecha de caducidad. Esto no siempre es así y existen cientos de parejas que después de vivir su amor de verano han continuado juntas muchísimo tiempo más, pero, lamentablemente, la temporalidad suele ser uno de los aspectos que mejor define este tipo de relaciones. Duran lo que duran las vacaciones. Lo mejor es que no pierdas de vista esta premisa, ya que te permitirá no mirar más allá y disfrutar al máximo de cada momento. Exprimirás cada caricia, cada beso y cada abrazo como si fuera el último. Esto hace que este tipo de relaciones se impregne de una magia especial que no se conseguiría si tuvieras la seguridad de que vas a estar con esa persona por un tiempo ilimitado.
+ Vive sin expectativas: Lo mejor en las relaciones de verano es que las cosas vayan fluyendo y desarrollándose con naturalidad. No esperes nada de su parte y tampoco te sientas comprometida a dar nada por la tuya. Cuantas menos expectativas tengas, mejor te lo vas a pasar. Tendrás la mente más abierta a las sorpresas y cada mínimo detalle te hará sentirte plena y feliz. Eso sí, si hay algo que te molesta o que no estás dispuesta a tolerar, dilo desde el principio. Tampoco se trata de que te cierres en banda a construir algo con esa persona, pero si finalmente no funciona, no te amargarás.
+ Sé honesta: Para que ninguno de los dos termine dañado es importante que os sinceréis sobre vuestras intenciones. Si tú no quieres ataduras y solo estás buscando una aventura veraniega, díselo abiertamente. Te ahorrarás futuros dolores de cabeza.
+ Fuera los celos y las discusiones: Una de las cosas más positivas de los amores de verano es que suelen durar lo justo como para no dar lugar a las discusiones y a los problemas de celos. En estas relaciones solo da tiempo a que se experimente la fase del enamoramiento en la que todo suele ser idílico y de color de rosa. Solo nos fijamos en las cosas buenas de la otra persona y todo lo que pueda haber malo pasa completamente desapercibido. ¡Aprovéchate de esta ventaja!
+ Ten cuidado con las frases de amor: Normalmente los amores de verano son experiencias increíblemente románticas en las que los implicados se dejan llevar por las emociones. Debes tener en cuenta que estás en un contexto diferente al de tu vida normal y probablemente tu amor de verano también. Si acabas de conocerlo, tienes que saber diferenciar entre las emociones y los sentimientos. Las primeras suelen ser inevitables en situaciones como esta, pero los segundos se construyen día a día y son el producto de relaciones mucho más largas y fortalecidas. Esto no quiere decir que las frases de amor como “me encantas” o “me gustas mucho” estén prohibidas, pero lo mejor es evitar los “te quiero” o los “te amo”, ya que es demasiado pronto para sentirlo de verdad y la otra persona podría hacerse falsas ilusiones o, lo que es peor, salir corriendo.
+ No compares tu amor de verano con otras relaciones: Esto nunca es bueno. Las relaciones estivales no tienen nada que ver con otros noviazgos que hayas tenido anteriormente. La magia precisamente reside en que puedes estar con alguien con el que en tu ‘vida normal’ no encajarías por mucho empeño que le pusieras. Habitualmente, al tratarse de algo efímero, no es necesario preocuparse de si tenéis gustos diferentes o de si vuestras ambiciones de futuro son completamente opuestas.
+ Despídete: Como todo en la vida, los amores de verano son un ciclo que también se acaba. Quizá puedas volver a ver a esa persona el año que viene o a lo mejor a ambos os apetece realmente luchar por lo vuestro. Si os esforzáis podéis conseguirlo, ¿por qué no? Pero siendo realistas lo más probable es que los dos viváis en ciudades distintas, tengáis diferentes planes de vida y lo que uno quiera no encaje con lo que el otro busca. ¿Por qué torturaros entonces estirando algo que no tiene sentido una vez que finalicen las vacaciones? Lo mejor es que una vez que llegue esa fecha de expiración y os toque separaros, os despidáis de la mejor manera posible. Poned punto final a este capítulo de vuestras vidas con un maravilloso beso y una mirada profunda que os recuerde la increíble historia de amor de verano que habéis vivido. Después cerrad el libro y abrid uno nuevo. ¡El amor volverá a tocar a vuestra puerta muy pronto!
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