Diferencias entre un ritual de amor y un amarre amoroso

Aprender a diferenciar entre las distintas opciones que tienes, hechizos, amarres, rituales…, a la hora de realizar un encantamiento amoroso es esencial para que sean lo más efectivos posible. En general, los ingredientes, los pasos a la hora de mezclarlos e incluso las palabras que debes recitar, pueden ser los mismos. La diferencia siempre radica en cuál sea tu propósito, el objetivo que tengas a la hora de realizarlo y sobre todo, los sentimientos de la persona a la que va dirigido.

Cómo distinguir entre un amarre y un ritual de amor

Un amarre de amor se utiliza cuando los sentimientos de la otra persona son contrarios a los de quién realiza el hechizo. Por ejemplo, si tú quieres gustarle a un chico que, de momento, no a demostrado tener ningún tipo de interés amoroso por ti. En cambio los rituales de amor se utilizan como medio de comunicación con el Universo. Es decir, son peticiones que necesitan de un pequeño ritual a modo de amplificador, para que los astros se alineen y consigamos lo que queremos.

El objetivo en el caso de los amarres, es influir directamente en los sentimientos de esa persona para generarlos o cambiarlos. Mientras que en el caso de los rituales, la persona que realiza el hechizo no es la que ‘cambia’ los sentimientos del otro, sino que de esa tarea se encarga el propio Universo, el destino, las fuerzas naturales o como quieras llamarlo.

Si bien hemos dicho que las técnicas para realizarlos son prácticamente las mismas, los amarres tienen una particularidad. La mayoría de las veces hay que usar una cinta o una cuerda para atar algunos de los elementos que se utilizan o introducirlos en una caja cerrada. Se trata de una forma física de realizarlos para que tengan una consecuencia intangible.

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