Apúntate a la vida Slow y no seas prisionero del tiempo

Nos apuntamos a un estilo de vida más tranquilo, más lento y sin estrés

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. La necesidad de la vida Slow
  2. Propuestas de la vida Slow

Suena el despertador, te levantas de la cama con el corazón a tope porque tienes poco tiempo. Así que empiezan las carreras, carreras para despertar a los niños, para desayunar a toda prisa, los turnos cronometrados en el baño para toda la familia y salís de casa como si fuerais a perder el tren. Y el día acaba de empezar, pero todos vais a seguir ese mismo ritmo hasta que terminéis a última hora tirados en el sofá sin fuerzas y sin ganas para nada más.

Y la pregunta es, ¿qué tal os ha ido el día? Seguramente habéis hecho mil cosas, eso nadie lo duda pero, ¿habéis disfrutado alguna? Es evidente que las obligaciones hay que cumplirlas pero tal vez nos estamos olvidando de la principal obligación que es vivir. Como respuesta a esta vida frenética, surge el concepto o la filosofía de la vida Slow o la vida lenta. ¿Te apuntas?

La necesidad de la vida Slow

"Toda la infelicidad de los hombres proviene de una sola cosa: no saber estar inactivos en una habitación". Esto lo dijo el filósofo Blaise Pascal y es uno de los principales lemas en los que se asienta la filosofía de la vida Slow. Intenta recordar la última vez que te sentaste en el sofá con el único propósito de no hacer nada. ¿Lo recuerdas? Seguro que no. O, ¿has visto a tus hijos alguna vez sentados sin hacer nada, sin el móvil, sin la tablet, sin la televisión?

Parece como si tuviéramos que estar siempre haciendo algo, algo productivo, además. Pero correr y correr no te lleva al éxito, te lleva a la supervivencia. ¿Dónde quedan las vivencias? Se quedan olvidadas bajo capas de obligaciones, compromisos, clases de inglés, horas extras y, por qué no, también bajo capas de actividades de ocio frenéticas que apenas te da tiempo a disfrutarlas.

Hay que frenar el ritmo, eso está claro. Nos lo dicen las consecuencias del estrés que ya se empiezan a notar. Y nos lo dicen las miradas de nuestros niños que se están perdiendo la esencia de una infancia tranquila.

Propuestas de la vida Slow

La filosofía de la vida Slow propone precisamente frenar el ritmo, tomar el control de nuestro tiempo y no dejar que sea el tiempo el que nos controle a nosotros. Tomarnos unos minutos para ser conscientes de cada cosa que estamos viviendo, abrir los ojos al momento preciso y no permitir que la presencia constante del reloj y la agenda nos impida disfrutar de una buena comida, de un paseo en plena naturaleza, de un buen vino, de una apasionante novela, de unas risas con los amigos o de un momento a solas con la pareja.

+ Slow food, saborea la comida

El movimiento Slow comenzó precisamente en el ámbito gastronómico. Ocurrió en los años 80 en Italia cuando la apertura de un restaurante de comida rápida en plena Plaza de España disparó las alarmas de lo que nos estábamos perdiendo. Nos estábamos perdiendo los deliciosos sabores de la cocina tradicional y el maravilloso placer de degustar una comida sin prisas.

+ Cittaslow, ciudades para vivir tranquilamente

Alrededor del Slowfood se han creado una serie de propuestas en todos los ámbitos de la vida. Existe una red de Cittaslow, o ciudades lentas en las que se puede disfrutar de las tradiciones, de la naturaleza, con mercados y plazas llenas de vida y con zonas peatonales para 'vivir' la ciudad. En España tenemos algunas localidades como Balmaseda, Lekeitio, Morella o Rubielos de Mora.

+ Viajes Slow

El turismo también se ha adaptado a la vida Slow con la propuesta de unos viajes más destinados a empaparte del ambiente local que a sacar fotos de mil monumentos para hacer postureo en Instagram. Se trata de viajar para conocer y disfrutar la esencia de cada lugar, no para quedarse en lo superficial.

+ Casas Slow

¿Cómo es una casa Slow? Es una casa cómoda, relajada y orientada al estilo de vida de la persona que la habita. Espacios abiertos y luminosos y decoración sencilla, sin estridencias son las propuestas más habituales de las casas Slow, que acercándose a la filosofía del Feng Shui propone un uso más personalizo de los espacios. Y que la energía fluya.

+ Crianza Slow

Los niños son los principales afectados por el ritmo de vida que llevamos. Hemos impuesto a los más pequeños la tiranía del reloj y de esa presión por estar haciendo cosas continuamente y ahora ya no tienen ni un momento de relax. Sus escasos ratos de ocio también los llenan con estímulos que los alejan de esa infancia que deberían destinar principalmente a disfrutarla con tranquilidad y sin prisas.

+ Slowsex

Las propuestas de vida Slow no podían olvidarse de la vida sexual y nos llevan a la ya mítica canción de Luis Fonsi, "Despacito". Despacito, así es como nos proponen un sexo sin prisas, sin obsesiones con la penetración y sin presiones por llegar al orgasmo. Un sexo lento para descubrirse el uno en el otro con calma.

¿Qué te parecen las propuestas?, ¿te apuntas a la vida Slow?

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