Inés Sastre: el prototipo de belleza inalcanzable

18 de agosto. La mujer del día es hoy Inés Sastre. Esta modelo española afincada en Paris, hace tiempo que no tiene ocupación conocida y, sin embargo, sigue considerándose como una de las mejores modelos a nivel internacional. A nosotras nos conmueve su belleza serena y sin estridencias tanto como ese halo de frialdad que siempre la acompaña.

Inés Sastre no es de este mundo

Inés Sastre no es una modelo más. En su día trabajó con los mejores diseñadores y marcas de cosméticos, aunque no hemos conseguido verla más que en un spot publicitario de una conocida fragancia. Poco más hemos disfrutado del trabajo de esta reconocida top model que siempre ha querido distanciarse de las demás modelos, como si ella fuera más, como si no fuera de este mundo.

En efecto, no se le conoce actividad profesional alguna a Inés Sastre, aparte de jugar al golf y disfrutar de merecidísimas vacaciones en Sotogrande. Pero ella sigue dando entrevistas a revistas de moda como si tuviera algo que decir. Cada entrevista es una decepción más buscando algún dato haga un poco más humana a la modelo, pero nunca lo encontramos. Su imagen de mujer fría y distante no la abandona jamás.

Este puede ser el motivo de las críticas hacia Inés Sastre y su utilización de las relaciones sentimentales. Dicen las malas lenguas, esas lenguas movidas por la envidia hacia quien vive a lo grande sin molestarse en trabajar, que Inés Sastre elige cuidadosamente a sus parejas para que le proporcionen el nivel de vida que una mujer de su condición necesita.

Y nada nos puede producir más rechazo que la imagen de Inés Sastre, o de cualquier mujer, utilizando a los hombres para medrar, ascender socialmente o mantener un ritmo de vida que le permita seguir haciendo fascinantes viajes, acudiendo a la Opera o cenar con sus amigos exclusivos en restaurantes también exclusivos.

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