¿Harta de hacer colas y de ir de pie en el metro? Cómprate una barriga de embarazada
"Mira, estoy harta del metro. Qué agobio, qué gentío, qué cansancio... y cada vez que consigo un asiento, hay algún viejecito, accidentado o embarazada a la que 'gustosamente' le cedo el sitio. Al menos más gustosamente que el resto, porque parece que nadie se da cuenta a pesar de tenerlos a dos centímetros de su cabeza... Y así más de una hora cada día. ¿Para qué me dejo la pasta que me dejo en transporte público?". Mari Pili aún no se ha sentado y ya está despotricando. Se avecina una intensa hora del cafecito.
"Pues cómprate una barriga de embarazada", le da la solución Rosa en menos de un segundo. "Sí, claro. Ahora mismo voy a una tienda de disfraces y les digo que quiero una tripa bien gorda, que me quiero parecer a mi padre, no te fastidia...". "No hace falta -responde Rosa-, puedes pedirla por Internet. Ya hay varias webs chinas que las venden, y no precisamente para Carnavales".
Rosa habla en serio. Las barrigas de embarazada se han puesto de moda en China. Y no para aparentar estar en estado y cumplir con la sociedad a una edad a la que deberíamos tener marido y por lo menos dos hijos, sino para conseguir privilegios como evitar colas y viajar sentada en el tren, metro o bus. Lo que supuestamente servía como protector real de tripitas e inocente disfraz se ha convertido en un auténtico engaño a los ciudadanía.
El filón de las barrigas de silicona
Todo comenzó cuando en el metro de Pekín pillaron a una mujer haciéndose pasar por embarazada para que le cediesen el sitio. El ajetreo del vagón y la mala calidad del implante hizo que se le cayese al suelo una barriga de silicona. Humillada y ofendida, denunció a los fabricantes por "no dar el pego" como habían asegurado en sus anuncios. Y es que así lo publicitan ni cortos ni perezosos los creadores de este revolucionario producto, que desde que el caso de la farsante salió en las noticias no han dejado de vender barriguitas.
Las hay de diferentes tamaños para diferentes meses de gestación e incluso para simular gemelos, trillizos o cuatrillizos: asiento más que garantizado. Tripas para todos los gustos que han empezado a crear desconfianza ante cualquier embarazada. A nadie nos gusta que nos engañen, pero, por favor, cuando veáis a una china con barriguita en el metro, cercioraros antes de intentar quitársela.
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