La poesía puede llegar hasta lo más profundo del ser, puede mover conciencias y atacar el alma. Por eso, la poesía puede abrir nuestras mentes y hacer que entendamos lo que de verdad significa el racismo que vivimos cada día. En Diario Femenino hemos seleccionado algunos poemas contra el racismo, con los que tal vez puedes sentirte identificada, o quizás comprender cómo se sienten aquellos que son oprimidos por la discriminación racial. Una selección de poesía sobre racismo que merece la pena leer.
1 Para el color de mi madre - Cherríe Moraga
La poetisa y dramaturga californiana ha centrado gran parte de su obra en evidenciar la situación de las mujeres lesbianas de las minorías raciales de Estados Unidos. ‘For the Color of My Mother’ es uno de sus poemas más populares, que explora sus raíces chicanas a través de su madre.
Soy una chica güera vuelta morena por
el color de sangre de mi madre
hablo por ella a través de la parte sin
nombre de la boca
la arqueada y ancha mordaza de
mujeres morenas
A los dos años
mi labio superior se partió
hasta la punta de mi nariz
derramó un grito que no cedía
que bajó seis pisos de hospital
donde los doctores me envolvieron en
vendas blancas
solamente expuesta la boca gritona
el tajo, cosido en forma de gruñido
duraría por años.
Soy una chica güera vuelta morena por
el color de sangre de mi madre
A los cinco años
apretada en costurón
una línea fina y azul de niña trazada
sobre su cara
su boca apresurada a vocear inglés
voceando yes yes yes
voceando stoop lift carry
(sudando suspiros húmedos al campo
su pañuelo rojo se suelta debajo del
sombrero de borde ancho
moviéndose a través de su labio
superior)
A los catorce años, su boca
pintada, las puntas dibujadas hacia arriba
el lunar en la esquina pintado más
oscuro y grande voceando yes
ella rezando no no no
labios apretados y moviéndose
A los cuarenta y cinco años, su boca
desangrándose al estómago
el hueco abierto haciéndose más bajo y
profundizándose en la palidez de mi padre
finalmente cosido de cadera a esternón
una V invertida
Vera
Elvira
Soy una chica güera vuelta morena por
el color de sangre de mi madre
Como debe ser
mujeres morenas llegan a mí
sentadas en círculos
Paso por sus manos
la cabeza de mi madre
pintada de colores de barro
tocando cada facción tallada
ojos hinchados y boca, también
entienden la explosión la ruptura
abierta contenida dentro la expresión fija
ellas arrullan su silencio
inclinando sus cabezas hacia mí
2 El poema de la puente - Kate Rushin
Este poema inspiró una de las compilaciones más relevantes del feminismo negro y latinoamericano. ‘Esta puente, mi espalda. Voces de mujeres tercermundistas en Estados Unidos’. Kate Rushin es poeta y maestra de poesía en Boston y su poema es uno de los poemas sobre racismo más icónicos del continente americano.
Estoy harta,
Enferma de ver y tocar
ambos lados de las cosas
Enferma de ser la condenada puente de todos
Nadie
se puede hablar
sin mí
¿No es cierto?
Explico mi madre a mi padre mi padre a mi hermanita
mi hermanita a mi hermano mi hermano a las feministas blancas
las feministas blancas a la gente de la iglesia Negra
la gente de la iglesia a los ex-jipis*
los ex-jipis a los separatistas Negros
los sepratistas Negros a los artistas
los artistas a los padres de mis amigos...
Depués
tengo que explicarme a mí misma
a todos
Hago más traducciones
que la maldita Naciones Unidas
Olvídense
me enferman
Estoy enferma de llenar sus huecos
Enferma de ser su seguro contra
el aislamiento de sus autoimpuestas limitaciones
Enferma de ser la loca de sus cenas festivas
Enferma de ser la rara de sus meriendas del domingo
Enferma de ser la única amiga Negra de 34 individuos blancos
Encuéntrense otra conexión al resto del mundo
Encuéntrense otra cosa que los legitime
Encuéntrense otra manera de ser políticas y estar a la moda
No seré su puente a su feminidad
su maculinidad
su humani-dad
Estoy enferma de recordarles que no
se ensimismen tanto por mucho tiempo
Estoy enferma de mediar sus peores calidades
de parte de sus mejores
Estoy enferma
de recordarles
que respiren
antes de que se asfixien
con sus propias tarugadas
Olvídense
crezcan o ahóguense
evolucionen o muéranse
La puente que tengo que ser
es la puente a mi propio poder
Tengo que traducir
mis propios temores
Mediar
mis propias debilidades
Tengo que ser la puente a ningún lado
más que a mi ser verdadero
y después
seré útil
3 Poema sobre el odio y el amor - Rupi Kaur
La canadiense Rupi Kaur nacida en la India, es una joven poeta, ilustradora y escritora famosa por su incidencia en Instagram. Aunque los temas que trata en sus poesías son diversos, también suele hacer un hueco para el problema de la desigualdad racial. Este poema habla sobre eso, y sobre lo fácil que es caer en el odio y lo complicado de mantener y practicar el amor hacia los demás.
Odiar
es una cosa perezosa fácil
pero amar
toma fuerza
Todos tienen
pero no todos están
dispuestos a practicar
4 El racismo nos vuelve extranjeros en nuestro propio país - Esther Pineda G.
Este poema de la socióloga venezolana Esther Pineda G. relata su propia experiencia, al sentirse extranjera en su propio país debido a su color de piel. Un poema que relata un problema de racismo común, el de la pertenencia.
Para muchos
Lo más difícil de ser extranjero
Es tener que explicar
Es tener que responder
A la eterna,
La inacabable pregunta,
¿De dónde eres?
¿De dónde sos?
Where are you from?
D’où viens tu?
De onde é?
Da dove vieni?
Woher kommst du?
Pero más difícil
Es ser extranjero
En tu país.
Ser negro es nacer extranjero
Ser negro es ser ajeno
A la tierra que te vio nacer
Ser negro es ser,
Constantemente expulsado
Con el discurso
Con los gestos
Con la mirada.
Desde que la memoria me asiste
Recuerdo,
La incesante pregunta:
¿De dónde eres?
Mi extrañeza ante la interrogante
Pero sobre todo,
La sorpresa
La incredulidad
La burla
La sospecha ante mi respuesta:
De aquí.
La insistencia de mi interlocutor
La repetición de la pregunta
Esta vez,
Esperando ser respondida
Con lo que este desea escuchar:
La afirmación de que no
No soy,
No puedo,
No debo,
Ser de aquí.
Mi respuesta nuevamente:
De aquí
Solo causa decepción
En quien me interpela.
No es suficiente
Mi respuesta no le basta
No le satisface.
Ahora,
El pertinaz cuestionador
Quiere saber de mi familia
De dónde son
Cuántos son
Cómo son
Para encontrarle sentido
A lo que para él,
Es un absurdo,
Un despropósito.
Que yo
Al igual que él
Nací aquí,
Que mi piel negra
Al igual
Que la suya blanca
Es también de este país.
El racismo
nos vuelve extranjeros
en nuestro país:
yo soy extranjera
desde que nací
5 No me llames extranjero - Rafael Amor
La letra de esta canción es un poema del cantautor argentino, que habla sobre el racismo hacia los migrantes. Un poema intenso, lleno de verdad y conciencia.
No me llames extranjero, por que haya nacido lejos,
O por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo
No me llames extranjero, por que fue distinto el seno
O por que acunó mi infancia otro idioma de los cuentos,
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
Tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
Con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de donde vengo,
Mejor saber dónde vamos, adonde nos lleva el tiempo,
No me llames extranjero, por que tu pan y tu fuego,
Calman mi hambre y frío, y me cobije tu techo,
No me llames extranjero tu trigo es como mi trigo
Tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
Y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
Por que nací en otro pueblo, por que conozco otros mares,
Y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
Adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
Lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
Y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
El mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
Desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
Antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
Los que roban los que mienten los que venden nuestros sueños,
Los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero que es una palabra triste,
Que es una palabra helada huele a olvido y a destierro,
No me llames extranjero mira tu niño y el mío
Como corren de la mano hasta el final del sendero,
No me llames extranjero ellos no saben de idiomas
De límites ni banderas, míralos se van al cielo
Por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero piensa en tu hermano y el mío
El cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo,
Ellos no eran extranjeros se conocían de siempre
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
Mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
Y verás que soy un hombre, no puedo ser extranjero
6 Querido hombre blanco - Léopold Sédar Senghor
El poeta senegalés fue el primer hombre negro en impartir clases de francés en Francia. Entre otros cargos, fue presidente de la República de Senegal y miembro de la Academia Francesa.
Querido hermano blanco,
cuando yo nací, era negro,
cuando crecí, era negro,
cuando estoy al sol, soy negro,
cuando estoy enfermo, soy negro,
cuando muera, seré negro.
En tanto que tú, hombre blanco
cuando tú naciste, eras rosa,
cuando creciste, eras blanco,
cuando te pones al sol, eres rojo
cuando tienes frío, eres azul
cuando tienes miedo, te pones verde,
cuando estás enfermo, eres amarillo,
cuando mueras, serás gris.
Así pues, de nosotros dos,
¿quién es el hombre de color?
7 De ser como soy me alegro - Nicómedes Santa Cruz
El poeta y músico afroperuano dedicó toda su vida a recopilar el folclore afro de su país. Su trabajo de etnografía le llevó a convertirse en uno de los mejores exponentes del conocimiento de la cultura afroperuana y afroamericana.
De los pies a la cabeza
soy un hombre competente:
nado contra la corriente
sin humillar la cabeza.
Si es orgullo o si es torpeza
mi modo de ser celebro:
lo tomado lo reintegro,
pago favor con favor
y si negro es mi color,
de ser como soy, me alegro.
Dentro de mi rectitud
tengo un corazón muy grande,
sirvo a cualquiera que mande
y al mandar pongo virtud.
No existiendo esclavitud
el trabajo dignifica:
y donde el grande se achica
al ver que el rico se abaja,
siendo libre el que trabaja
ignorante es quien critica.
Miro con gran displicencia
a quien ponga mala traza
porque le asuste mi raza
o le asombre mi presencia.
Y si alguno en su insolencia
me compara con un cuervo,
tal injuria desintegro
con esta frase tan corta:
¡Si no molesto, qué importa
que mi color sea negro!…
Ni el color ni la estatura
determinan el sentir,
yo he visto blancos mentir
cual menguada y vil criatura
Por esto, mi conjetura
no es dogma que se complica:
muy claramente se explica
que viviendo con honor,
nacer de cualquier color
eso a nadie perjudica
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