Temas de conversación para ligar en el gimnasio (y olvidar la timidez)
¿Cómo tener un primer contacto con esa persona del gym?
- ¿Qué temas de conversación puedes usar para ligar en el gym?
- Si vas a entrar en una clase…
- En la sala de máquinas
- La salida programada
Todas sabemos a qué vamos al gimnasio: la idea es sentirnos mejor con nosotras mismas, coger una rutina de ejercicio y mejorar físicamente. Partiendo de esa base debemos tener en cuenta también que el gimnasio es un club social. Salvo aquellos que se lo toman demasiado en serio y solo quieren centrarse en la rutina (respetable), mucha gente aprovecha este espacio para interaccionar con otras personas del barrio, comentar clases, intercambiar trucos, tener conocidos y tener algo de motivación a la hora de ir a entrenar.
Por supuesto, dentro de este club social pueden surgir bonitas amistades, negocios y, por supuesto, historias de amor, como puede ocurrir en cualquier otro lado. Ya sabes que nosotras somos de las que pensamos que en amor está en todas partes, así que ¿por qué no en el gimnasio?
Además, seamos sinceras, si ya has ido más de una vez a ese gimnasio ya has echado un ojillo a qué personas lo frecuentan o incluso te has fijado en alguien que ha llamado tu atención pero aún no te atreves a dar el paso y hablar con él. ¿Qué le dices? ¿Qué pensará? ¿De qué le puedes hablar? Tranquila, estas en el sitio indicado. Vamos a ver cómo puedes acercarte a esa persona e iniciar algo con ella con estos temas de conversación para ligar en el gimnasio. Pero recuerda: lo principal es perder el miedo al fracaso y olvidar la timidez.
¿Qué temas de conversación puedes usar para ligar en el gym?
La verdad es que no queremos montar una escena de película para llamar la atención de esa persona en la que nos hemos fijado. Imagínate: te has mareado, te tumbas, abres los ojos y te encuentras con él... ¡Menuda vergüenza! No llegaremos a esos extremos. Sin embargo, sí existen ciertas tomas de contacto que podemos empezar a utilizar de una manera sutil para, por lo menos, hacernos un amigo en el gym. Después, si hay que ir a más, será un poco más fácil.
Comenzaremos por diferenciar algunos momentos clave en el gimnasio. Por un lado está el entrar a una clase, de Spinning o de Zuma por ejemplo, y por otro está el de la sala de máquinas haciendo cardio o alguna tabla de rutinas. Además te damos algunas pistas para tener un encuentro lejos del gimnasio y el ejercicio. ¿Te apuntas?
Si vas a entrar en una clase…
+ Sobre el profesor
Normalmente se forma un grupo de gente en la puerta antes de entrar a la clase y, después, hasta que empieza la clase también pasan unos minutos. ¡Ese es tu momento! Aprovecha para preguntar sobre el profesor: ¿Cómo es? ¿Es duro? ¿Es divertido? Dependiendo de su respuesta, esta será una forma de sacar información sobre si tu objetivo va mucho a esa clase o no.
+ Sobre la clase en sí
Dependiendo de cuál sea la clase a la que acudas, en algunas de ellas tienes la ocasión de comentar con los que tienes cerca algunas cosas que suceden durante la clase. Así que lo primero es encontrar una buena posición que te permita comentar todo y lanzar la primera pregunta: "¿te importa si me pongo aquí?" Después, añadir los típicos comentarios de la clase te darán pie a iniciar un contacto para después de la clase. Lo que nos lleva al siguiente punto.
+ Después de la clase
La salida de una clase del gimnasio da pie a comentar todo lo que has hecho durante esa hora. Charlar sobre lo dura o no que ha sido esa clase, sobre si el profesor o la profesora siempre es así de divertido o dinámico o incluso pedir recomendaciones para otras clases es una baza perfecta para iniciar nuestra conversación. El objetivo no es contarnos la vida sino establecer una conversación que de pie a saludos y más preguntas en días posteriores.
En la sala de máquinas
Entre ejercicio y ejercicio, cambio de máquina o de rutina, siempre se puede sacar tiempo para una pequeña conversación. ¿Cómo? ¡Te lo contamos!
+ Sobre el ejercicio
Vale, es verdad que si tienes dudas siempre va a haber un monitor de sala que te pueda ayudar, pero debes ser más sutil. Puedes acercarte para preguntar a esa persona en la que te has fijado qué tipo de ejercicio está haciendo o qué está trabajando con esa rutina porque tú estás interesada en hacer algo parecido. También puedes aprovechar a preguntarle algo sobre tu rutina con la excusa de que no ves a ningún monitor. Por ejemplo: "Perdona, ¿sabrías decirme qué ejercicio es este? No veo a ningún monitor ahora mismo y..."
+ Sobre la máquina
Al contrario de lo que nos pueda parecer, todo el mundo ha ido por primera vez a un gimnasio y todo el mundo ha utilizado una máquina por primera vez. Por ello, los que están acostumbrados a ir a diario siempre ven a un primerizo entrar a la sala y no pasa nada (salvo que te pongas a usar la máquina al revés como habrás podido ver en algún vídeo).
Así que superado ese primer miedo, el segundo a superar es preguntar sobre cómo usar una máquina. No pasa nada porque no sepas interpretar las instrucciones que vienen normalmente en ella, muchas personas no lo hacen. Y esa es la excusa perfecta para sacar un tema de conversación: "Perdona, ¿podrías decirme cómo se utiliza esta máquina?" Una pregunta tan sencilla y normal en un gimnasio como perfecta para iniciar una conversación.
+ Enlaza la conversación
La clave de cualquier primer contacto es tener un segundo para así gestionar un tercero y que la conversación cada vez que os encontráis sea más sencilla. Por eso, es importante usar frases que den a entender que, si os encontráis otro día, por lo menos os vais a saludar: "Está bien conocer a alguien en estos sitios" o "por lo menos ya conozco a alguien a quien preguntar". Y, por supuesto, de cara al siguiente encuentro no puedes echarte atrás y no saludar.
+ ¿Lo has visto antes?
Hay que reconocer que este inicio de conversación es para la gente que no tiene mucha vergüenza puesto que hay que dar un paso adelante y ¡no morirse en el intento! Es el recurso de "¿te he visto antes o me parece a mí?" Salga bien (y empecéis una conversación) o salga mal (y te conteste un simple no), debes tener en cuenta que, en esta situación, hay gente que suele ser bastante simpática a la hora de contestar y otra bastante borde. Será una buena forma de que te enseñen cómo reaccionan ante una situación así.
La salida programada
Tras una primera toma de contacto en el gimnasio, tanto en la sala de máquinas como en las clases a las que acudas, es importante salir de él para que el ambiente sea más relajado. Por eso hay que gestionar esas reuniones que nunca fallan: ¡unas cervezas! Tomes estas o simplemente una botella de agua (aquí entra en juego lo en serio que lleves la dieta o la rutina del gym), gestionar una quedada con la gente del gimnasio te ayudará a sentirte integrada y a sacar más temas de conversación con la gente que acude.
Además, como ya habrás tenido una primera toma de contacto con los temas de conversación que te hemos contado, no será difícil invitarle a esa reunión. También puedes hacerte amiga de la persona que está en recepción cada día y que sea ella quien se encargue de organizarlo todo. ¡Y tú solo te encargarás de disfrutar del encuentro!
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