8 valiosas señales que indican que estás en una relación sana de pareja

¿Tú también crees que algo está pasando con las relaciones de pareja? La preocupación por la salud de las parejas es algo que nos está llegando a angustiar y mucho. Esta preocupación actual por la supervivencia de las relaciones nos hace cuestionarnos muchas cosas y sobre todo nos hace preguntarnos: "¿qué puedo hacer para tener una relación sana?"

Si al igual que a nosotras te preocupa la salud de tus relaciones, y especialmente tus relaciones de pareja, tengas ahora pareja o no, no te puedas perder las 8 claves para saber si estás en una relación de pareja sana y un ejercicio práctico a modo de checklist para que puedas hacer una auditoría de salud a tu relación y así poder mejorar aquellos aspectos necesarios para tener una relación sana. 

8 señales que indican que tu relación de pareja es sana

1 No hay miedo a hablar

Es cierto que las parejas no tienen que contárselo todo, pero una pareja sana debería poder hablar de todo lo que le preocupa o le importa. Y sobre todo poder hacerlo sin miedo. Es cierto que a nadie nos gusta discutir y que muchas veces no tocamos ciertos temas por miedo a la respuesta y cómo terminará la conversación. 

Esto lo que nos tiene que hacer pensar es que lo que necesitamos son habilidades y herramientas que nos permitan tratar un tema que nos interesa o preocupa con nuestra pareja sin que se convierta en una crisis. Y menos aún miedo a la respuesta de nuestra pareja. 

2 Conocemos el lenguaje del amor propio y el de nuestra pareja

El concepto de los lenguajes del amor es muy importante a la hora de poder comunicarnos, que nuestra pareja nos entienda y sobre todo sentirnos comprendidos. Esta idea explica cómo las personas tenemos diferentes idiomas para entender y para transmitir amor. No tener esto claro significa que en muchas ocasiones, aunque prestemos atención a nuestra pareja, hagamos las cosas como creemos que será lo mejor posible pero, aun así, nuestra pareja seguirá diciendo que "no la entendemos" o somos nosotros quienes no llegamos a comprender las reacciones del otro. 

3 Tenemos confianza mutua

Realmente este factor parece sencillo cuando quieres a tu pareja. Pero al contrario de lo que podemos pensar, confiar en nuestra pareja a veces no es tan sencillo. Un error muy común es que debido a las malas experiencias vividas con relaciones anteriores nos hace estar alerta ante todo lo que hace o no hace nuestra pareja y lo analizamos. Es verdad que ese instinto seguro que nos ha salvado en más de una ocasión, pero nuestro consejo es que podamos analizar con calma las situaciones que nos ocurren para no caer en la exageración o en la desconfianza y control de nuestra relación. 

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4 Aceptamos que podemos pensar diferente

Cuando hablamos sobre esta idea en las sesiones de terapia de pareja, nos solemos encontrar que la respuesta de nuestra parte más racional es que sí, que claro que podemos pensar diferente. Pero luego, a la hora de la verdad, cuando conectamos con lo emocional y nuestra pareja expresa su opinión diferente a la nuestra, algo sentimos que se nos rompe y nos aleja. En sí mismo, esto no está mal, lo malo es cuando esta sensación se alarga en el tiempo y si no la analizamos adecuadamente puede hacernos creer que nuestra relación de pareja no está bien. 

5 Ambos gestionamos nuestras emociones y así lo transmitimos

Esta habilidad es imprescindible para tener buenas relaciones en general, pero sobre todo una buena relación de pareja. La gestión de emociones consiste en ser capaces de detectar las emociones que estamos sintiendo, poder permitírnoslas, analizarlas y luego gestionarlas, pudiéndoles dar una salida. Es lo que nos ayuda a que, en una discusión, podamos sentir enfado por algo que estamos hablando con nuestra pareja, pero a la vez sintamos y entendamos que podemos pensar diferente a través de la gestión de emociones, y nos permite negociar. Sin esa gestión emocional se quedaría en un enfado, quizás incluso en ira o distancia con nuestra pareja. 

6 Existe intimidad y conexión

Esta idea no se refiere a tener relaciones íntimas con nuestra pareja. En las sesiones de terapia de pareja se trabaja mucho este aspecto, ya que es el que nos diferencia de sentirnos como compañeros de piso. A veces debido al enfado o a la distancia que se va creando en nuestra pareja, nos dejamos de tocar o de mirar a los ojos, incluso nos evitamos. Muchas veces por este motivo acabamos alargando el irnos a la cama para no encontrarnos o el subir más tarde a casa del trabajo… Por eso, el poder dedicar una mirada, una mano sobre el brazo o pierna de nuestra pareja cuando nos cuenta que tal su día, puede ayudar a mantener y mejorar una buena relación de pareja. 

7 Se permite y fomenta un espacio personal, otro de pareja y otro de familia

Estos espacios deberían ser tratados por ambos miembros de la relación con respeto y cuidado ya que el crecimiento en cualquiera de ellos, influye de forma positiva en los otros. Durante la relación de pareja seguro que vamos a vivir momentos donde nuestro foco estará seguramente en uno de estos tres ámbitos, y seguramente descuidaremos el resto. Entonces el trabajo de una pareja sana es poder recuperarlos y mantener todos estos espacios en cuanto sea posible. Esto nos suele pasar con la llegada de un bebé o la enfermedad de un miembro de la familia. Y realmente es sano esta respuesta, aunque luego nuestro foco tiene que estar en recuperarlos.

8 No hay agresión física, verbal ni psicológica

Sabemos que parece obvio, pero no queríamos dejar de explicar que para tener una relación sana no deben existir agresiones físicas, ni verbales, ni psicológicas. Cualquiera de estas tres actuaciones nos muestra que nuestra relación no es tan sana como seguramente queremos. Seguramente tengas claro que las agresiones físicas no son sanas. Aunque realmente lo que nos tiene también que preocupar son las agresiones verbales, como los insultos, o las agresiones psicológicas como los chantajes emocionales o el control excesivo. Esto es algo que en sesiones de terapia de pareja vemos que solemos integrar con normalidad en nuestra relación. Aunque realmente esto nos tiene que hacer pensar que aunque sean actos que creemos habituales y normales, nuestra labor es trabajar para no realizarnos. No debemos normalizar insultar a nuestra pareja o chantajearla para conseguir las cosas, por ejemplo. 

Auditoría de salud a tu relación: averigua qué cosas debes mejorar

Ahora, tanto si tienes pareja como si no, te dejamos una tarea que te puede ayudar mucho a construir relaciones de pareja muy sanas. Coge papel y lápiz y, a modo de checklist, si tienes pareja, escribe cuáles de estas señales que acabamos de ver unas líneas más arriba existen en tu relación y cuáles de ellas no están.

Si no tienes pareja, haz la misma lista pensando qué cosas has tenido en tus relaciones de pareja pasadas y cuáles no. El resultado nos dará muchas pistas de las cosas que sería muy bueno y positivo trabajar en nuestras relaciones de pareja. 

Si te ha gustado este artículo no te olvides de compartirlo y sobre todo de dejarnos en comentarios cuál sería el número uno de tus aspectos que más destacas necesarios para tener una relación de pareja sana.

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