Cartas de Navidad a un ser querido fallecido: textos emotivos de duelo

Perder a un ser querido es uno lo de los momentos más dolorosos a los que enfrentarse en esta vida. Todo te va a recordar a él, pero más aún cuando se trata de fechas especiales como un aniversario, su cumpleaños o las fiestas de Navidad. Lejos de esconder lo que sientes, los expertos recomiendan aprender a expresar las emociones y los sentimientos y a compartirlas con quienes siguen a nuestro lado. Por eso en Diario Femenino nos gustaría compartir contigo dos modelos de cartas de Navidad a un ser querido fallecido: una carta a un amigo que ya no está y otra a un familiar fallecido.

Lee atentamente estos textos emotivos y de duelo, comprende todo el significado que tienen, añade las palabras que necesites expresar y trata de darte cuenta que, además de un especial regalo para esa persona que ya no está a tu lado, es una forma idónea para tratar de dejar salir las emociones y los sentimientos encontrados que guardas en tu interior.

Cómo enfrentar los sentimientos de duelo en Navidad

En fechas tan señaladas en el calendario como son las navidades, los sentimientos de pérdida pueden intensificarse aún más si cabe, recordándonos a cada instante la silla vacía en la mesa o el eco de una risa que ya no se escucha. La alegría navideña choca con la tristeza por su ausencia llegando a ser tan abrumadora que incluso no sabes qué hacer con esa emoción que ahora te embarga. Has de saber que el duelo y todos los sentimientos que lo acompañan son una parte natural del proceso que se vive ante la muerte de un ser querido.

Y es que afrontar su ausencia durante fechas especiales como estas en las que todo le mundo a tu alrededor para estar feliz, puede llegar a ser el reto más difícil al que nunca te has enfrentado. En lugar de huir de los recuerdos, permite que fluyan y se mezclen con el presente. Tal vez así puedas encontrar consuelo al compartir anécdotas y recordar los momentos felices que viviste con tu ser amado. Abraza la tristeza y llora lo que tengas que llorar pues es una forma más de expresarse, pero no te dejes arrastrar por ella. Permítete sentir, recordar, sanar y volver a ser feliz. Él así lo hubiera querido ¿no te parece?

Carta por Navidad a un amigo que ya no está. ¡Cuánto te extraño!

A continuación vas a leer una carta de duelo por Navidad a un amigo que ya no está a tu lado. Pon al inicio su nombre y cuando te sientas preparada pronúnciala en voz alta, será un pequeño homenaje y una bella forma de recordar las cosas buenas que un día compartisteis.

Querido y adorado amigo de alma,

En esta temporada llena de luces brillantes y canciones alegres, no puedo evitar recordar las navidades que tiempo atrás compartimos juntos con la mayor de las alegrías, cuando todo iba bien y nada malo sucedía. Las risas resonando en el aire, los regalos envueltos con esmero y las bromas que solo nosotros dos entendíamos. No sé por qué será, pero este año te extraño más que nunca. Tu recuerdo permanece a mi lado impregnando todo de un sabor extraño que no sabría definir.

Tu ausencia deja un vacío que ninguna luz festiva ni cualquier otra cosa en el mundo puede llenar por completo. Pero ¿sabes qué es lo que me consuela? El hecho de que cada uno de esos recuerdos preciados que compartimos siguen vivos en mi corazón. Las risas, y también las lágrimas, las penas y también las alegrías y sobre todo las largas conversaciones que daban luz a mi camino. Hoy son tesoros que nadie puede quitarme.

En esta Navidad te imagino observando el mundo desde algún lugar especial, rodeado de la misma alegría que siempre disfrutaste aquí en la tierra. Mi regalo para ti no puede ser otro que la promesa de intentar vivir esta temporada con la misma pasión y amor que tú nos solías transmitir a todos lo que estábamos a tu lado. Aunque ya no puedas estar físicamente presente, quiero que sepas de todo corazón que siento tu espíritu guiándome a través de estas fiestas.

Con cariño, tu amiga que te quiere y no te olvida.

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Carta para un familiar fallecido en Navidad

La siguiente carta por Navidad está dedicada a un familiar fallecido. Igual que hemos comentado con la anterior carta, esta también la puedes personalizar a tu gusto, por ejemplo, añadiendo su nombre, alguna anécdota o momento alegre o anotando al final tus sentimientos. Será de gran ayuda para que el duelo que vives siga su proceso.

Querido (nombre de tu familiar fallecido),

Otra Navidad ha llegado a mi vida y con ella la ineludible sensación de tu ausencia. La siento cada día, pero en estas fiestas en las que se supone has de estar alegre la noto con más fuerza. Las tradiciones familiares parecen incompletas ahora que tú ya te has ido, y el brillo de las luces se atenúa hasta perder su intensidad si me atrevo a compararlo con el resplandor que traías a mi vida.

Aunque físicamente ya no estás aquí, tu memoria es la que en verdad puede iluminar estas festividades de una manera única y especial, pero a la vez triste: no me acostumbro al hecho de no verte nunca más. La primera Navidad sin ti fue como caminar por un sendero desconocido, tropezando cada dos por tres con la tediosa melancolía. Sin embargo, con el tiempo he aprendido poco a poco a apreciar las huellas que dejaste. ¿No fue eso lo que siempre quisiste para nosotros?

Las historias que contabas, las recetas que compartías y el amor incondicional que siempre regalabas a los tuyos sin pedir nada a cambio. Necesito que sepas que estas son las luces que guían mi camino esta temporada y el resto del año.

Pero ¿sabes qué? En lugar de dejarme abrumar por la tristeza como he hecho hasta a ahora, por mucho que me cueste, he decidido honrar tu memoria compartiendo esas historias contigo, intentando sonreír aunque sea una vez al día y así poder mantener viva la llama de tu espíritu. Cada adorno en el árbol que coloque, cada canción navideña que escuche o cante será una especie de recordatorio de un legado que ten por seguro sigue vivo en nuestro corazón y en nuestro hogar.

Así que en esta Navidad, querido mío, levanto una copa en tu honor y celebro la bendición de haberte tenido en mi vida siempre por menos tiempo del que me hubiera gustado. Aunque el dolor de tu pérdida nunca desaparecerá por completo, eso sería tan imposible como olvidarte, he de decirte en esta carta que tal vez encuentre el consuelo que tanta falta me hace en la idea de que siempre vivirás en nuestros recuerdos y tradiciones navideñas. Sé que algún día la vida me llevará a tu lado, entre tanto intentaré ser feliz porque tú así lo querías para mí. Brindo de todo corazón por ti, por mantener todos tus recuerdos vivos y por darte las gracias una vez más por todo y tanto. Que las navidades que vivas allá donde te encuentres ahora tengan la magia que te mereces.

Con gratitud y mucho amor.

¿Qué te parecen estas cartas de Navidad para un ser querido fallecido? ¡Te leemos en los comentarios!

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