Bellas cartas para mi madrina de nacimiento: textos de agradecimiento

Las madrinas son personas indispensables en la vida de los niños, y también lo son cuando somos adultos. Ellas contribuyen en gran medida a formarnos y educarnos, e inculcarnos valores que siempre nos acompañarán, desde pequeños hasta que somos más mayores.

Además, las madrinas también tienen su día: el tercer domingo de abril se conmemora el Día de los Padrinos y Madrinas, un día de lo más especial para tener un detalle con ellos. ¿Quieres sorprender a tu madrina en su día, o en cualquier otro momento? Envíale una de estas bellas cartas para una madrina, textos de amor y de agradecimiento, así como cartas para una madrina que está lejos o una que, desgraciadamente, haya fallecido. ¡Sigue leyendo y elige tu preferida!

Carta de agradecimiento para enviar a una madrina

Nunca está de más dar las gracias a las personas más importantes de nuestras vidas, ¿no crees? Por eso, este texto de agradecimiento para una madrina es de lo más especial, pues con unas palabras demostrarás lo mucho que te importa y lo esencial que es para ti. Recuerda que puedes personalizar la carta a tu gusto, e incluso cambiar aquello que desees, para adaptarla a tu gusto y al de tu madrina.

Mi muy querida madrina:

Te escribo esta carta y estas palabras con una gran gratitud y cariño hacia ti. Doy gracias cada día a la vida y a mis padres por haberte elegido para desempeñar un rol tan significativo en mi vida, pues no solo has sido y eres una figura simbólica, sino una presencia constante, una guía y un refugio.

Desde que era pequeña tus historias me enseñaron a soñar, tus consejos a enfrentar la vida con coraje y determinación, y tus abrazos me ofrecieron consuelo siempre que lo necesitaba. Siempre encontraste la manera de estar ahí para mí, en cada celebración y en cada tropiezo, convirtiéndote en una persona esencial en mis recuerdos más preciados.

Por eso y por mucho más, quiero aprovechar esta carta para darte las gracias. Gracias no solo por los regalos materiales, que aunque son apreciados palidecen en comparación con los regalos del alma que me has ofrecido. Gracias por enseñarme, con tu forma de ser, tus palabras y tus risas, a ser fiel a mi misma, a perseguir mis sueños, a no perder nunca la capacidad de asombrarse ante la belleza de la vida. Gracias por enseñarme el valor incalculable del amor incondicional, por ser mi madrina, mi amiga y mi segunda madre.

Eres mi modelo a seguir, una mujer fuerte y decidida que ha sabido dejar su huella en el mundo. Quiero que sepas que llevo cada enseñanza tuya como un tesoro y no importa cuánto crezca, siempre seré esa niña que te mira con ojos llenos de admiración y un corazón rebosante de amor y agradecimiento. Y aunque las palabras no son suficientes para expresar todo lo que significas para mí, espero que esta carta te haga sentir un poco del amor y la gratitud que siento hacia ti.

Te prometo que siempre te llevaré en mi corazón y que recordaré las lecciones que me has enseñado. Y no importa dónde me lleve la vida: siempre serás una parte esencial de quién soy.

Con todo mi cariño,

¡Te quiero mucho, madrina!

Bonito texto para una madrina que está lejos

Es posible que, por circunstancias de la vida, tu madrina viva lejos de ti. Ya sea en otra ciudad o en otro país, no importan los kilómetros que os separen porque sabes que tu madrina sigue siendo una persona muy importante para ti. ¡Seguro que le emocionará recibir una carta como esta!

¡Hola madrina!:

Seguramente no esperabas recibir una carta como esta, pero considero que te mereces estas palabras y mucho más. Quiero decirte que a pesar de la distancia no hay un solo día en que no te sienta cerca. Y es curioso cómo alguien puede marcar tanto, hasta el punto de convertirse en mi refugio emocional, aunque esté a miles de kilómetros.

Desde el momento en que mis padres te eligieron para ser una figura especial en mi vida has estado ahí de una forma u otra. Has sido esa voz al otro lado del teléfono en los días malos, y la sonrisa compartida en los días buenos. Has sido los consejos dados a través de cartas, de WhatsApps, de mails, y abrazos enviados a distancia.

A pesar de los kilómetros, me haces sentir siempre como si estuviéramos juntas con cada llamada y con cada regalo hecho con corazón. Me has enseñado que la fuerza de los lazos que no se ven es inmensa, esos lazos que no entienden de distancias.

A veces me sorprendo pensando en todas las cosas que hemos compartido, a pesar de no compartir el día a día, y me doy cuenta de que lo importante no es cuánto tiempo pasamos juntas, sino la calidad de esos momentos que, aunque escasos, están cargados de amor y significado.

Gracias por todo lo que me has enseñado sobre la vida, sobre el amor y sobre el coraje. Gracias por cada palabra, cada risa, cada llanto y cada momento compartido. Mi querida madrina, eres una de las mejores personas que conozco, y no existen palabras para explicarte cómo has influido en la persona que soy hoy. Gracias por tus consejos y tu guía, porque aunque no estás aquí conmigo, te siento cerca.

La distancia nos separa, pero nuestro amor es mucho más fuerte. Gracias, de verdad, por todo. Por ser, por estar, por hacerme sentir amada y protegida, incluso estando lejos.

Con todo mi amor,

Tu nombre.

Carta especial para dedicar a una madrina fallecida

Seguro que has compartido muchos momentos con tu madrina desde que eras niña, y aunque desgraciadamente ya no esté contigo, esta carta sirve para compartir sentimientos con ella. Dedícale este texto a tu madrina querida que está en el cielo, seguro que te parecerá, además, de lo más sanador escribirlo con tus propias palabras.

Querida madrina,

Hoy me siento frente a esta hoja en blanco, e intento encontrar las palabras para hablarte aunque ya no estés con nosotros. No es fácil plasmar en una carta todo lo que siento y todo lo que has significado para mí, igual que no es fácil saber que ya no estás. Duele lo mucho que te extraño, porque quisiera contarte todas esas cosas que han pasado desde que te fuiste.

Madrina, muchas gracias por cada momento compartido, por cada risa, por cada consejo y por cada abrazo. Aunque ya no estés conmigo, tus enseñanzas me acompañan día tras día. Me has enseñado a ser fuerte, a no rendirme nunca, a valorar la familia, el valor incondicional y el poder de una sonrisa, entre tantas y tantas cosas más, y nunca lo voy a olvidar.

Y aunque me cueste sonreír al saber que ya no estás, te prometo que voy a esforzarme por seguir sonriendo todos los días. Por seguir adelante, por vivir la vida como tú me enseñaste a vivirla. Los recuerdos que compartidos juntas son tesoros en mi corazón, me reconfortan y me hacen reír en los días más grises, y esos recuerdos valen tanto que me ayudan muchísimo a seguir sin ti.

Te echo mucho de menos, más de lo que las palabras pueden expresar. Pero también estoy agradecida, profundamente agradecida por haber tenido la inmensa suerte de tenerte como madrina. Gracias a la vida por haberte puesto en mi camino, a mis padres por haberte elegido como mi faro y mi guía. Tu legado vive en mí, en cada decisión que tomo y en cada paso que doy.

Con todo el amor del mundo, siempre en mi corazón,

¡Te amo!

¿Qué te parecen todas estas cartas para dedicar a una madrina?, ¿cuál de ellas se adapta más a tu vida y a la de tu madrina? ¡Te leemos en los comentarios!

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