¿Se puede conocer el amor verdadero en Internet?
Cada vez es más común mediante una serie de instrucciones relativamente fáciles tener acceso al mundo del Internet. Acceder a una gran posibilidad de opciones disponibles con un simple clik, van desde las compras del super, libros, aparatos para hacer ejercicio, libros electrónicos hasta las páginas para conseguir "amigos o la pareja ideal".
Existen en el mundo millones de internautas con los cuales teóricamente podríamos establecer comunicación (La forma más común de infidelidad). Esto podría ser una exageración, sin embargo, existen sitios especializados en donde se acude con la intención de buscar a alguien con quien charlar o encontrar a la persona deseada para compartir toda una vida.
Como seres humanos todos tenemos la necesidad de amar y ser amados, y esta necesidad, nos hace probar todos aquellos caminos disponibles para encontrar a la media naranja.
Asimismo, la importancia de la atracción entre las personas es, probablemente, uno de los aspectos más relevantes de la interacción social, que opera en muchas de nuestras relaciones interpersonales, regulándolas y dotándolas de sentido.
Internet es una posibilidad tecnológica disponible para conquistar a una ciberprincesa o a un ciberpríncipe azul. Los sitios especializados ofrecen socializar de forma electrónica y permitir a las personas que entran en estas webs seducir a alguien o encontrar a un amigo virtual.
Son múltiples los motivos que llevan a una persona a buscar pareja en la red, sólo por enumerar unos cuantos tenemos: mostrar poca habilidad en las relaciones cara a cara para interactuar, tener una relación de pareja conflictiva, sentirse solo, haber terminado un relación anterior, sufrir de timidez, estar desempleado, tener relaciones conflictivas, no sentirse comprendido por su actual pareja, tener alguna patología que no le permite a la persona socializar con otras personas, ser un adicto u obsesivo con el uso de la red, por simple diversión, querer encontrar a la mujer u hombre de su vida, abusar de otros mediante el recurso del engaño y la mentira, solo por mencionar algunos.
Hablar con alguien que está al otro lado de la red, tiene una serie de pasos que tarde o temprano pueden darse:
1. Se establece un primer contacto generalmente mediante un foro de discusión o un chat.
2. Se intercambian comentarios generales.
3. Cuando aparentemente coinciden en puntos de vista sobre algún tema, se hace la invitación a esa persona para conocerse un poco más a fondo, proporcionando un correo electrónico o la dirección del messenger.
4. Se pasa del cambio de información general a cuestiones más específicas o temas globales más específicos.
5. Los comentarios, si son percibidos de buena voluntad o sinceros, pueden pasar a la fase de volverse en comentarios más íntimos de apoyo, comprensión o seducción disfrazada o indirecta.
6. Pueden empezar los intercambios de fotos o móviles.
7. La siguiente fase podría ser ya el encuentro personal en algún lugar.
8. Si el encuentro cubre las expectativas de ambos cibernautas, la relación puede continuar hacia delante llegando al noviazgo y en pocos, muy pocos casos, llegar hasta el matrimonio.
Vale la pena señalar que aunque estas fases se pueden presentar en esa secuencia, también hay quien decide saltarse muchas de ellas y propiciar un encuentro cara a cara, después de chatear cinco minutos.
Cuando una pareja detrás de un ordenador empieza a compartir información con un amigo o compañero potencial, se da un fenómeno muy interesante, mediante el cual se crea una ilusión de ser comprendido por alguien que no se conoce, pues se empiezan a compartir problemas que compartiríamos con una persona solo si ya la conociéramos desde hace tiempo y con quien tuviéramos cierta confianza. Esto sucede, debido a lo fugaz que podría ser el comentar a alguien que no me conoce mis fantasías o problemas de fondo.
Esta percepción de conocer al otro se podría llamar, conocerse de adentro para afuera, es decir, primero se conocen las cosas más íntimas y posteriormente a la persona en un cara a cara. Por el contrario, en una relación presencial, de afuera para adentro: primero se conoce físicamente a la persona y si somos capaces de mantener cierto grado de amistad, entonces puedo ser capaz de comentarle mis pensamientos más íntimos.
Una persona puede tener la fantasía de "estar enamorado" de alguien sin siquiera conocerlo, pues esta ilusión aparente hace suponer a quien está al otro lado de la red, que es comprendido en lo más profundo de su ser por alguien que nunca en su vida ha visto.
En la práctica terapéutica es cada vez mas común que los pacientes lleguen por haber encontrado rastros de que la pareja les está siendo infiel, las evidencias pueden ser recabadas en el móvil, o en los correos electrónicos, que "por error" vieron. En este sentido, es bastante común encontrar rastros de ciberinfidelidad. Otros terapeutas señalan al respecto que hay algunos pacientes que sufren relaciones obsesivas a través de la red y una adicción a Internet. Algunos han transformado sus comportamientos obsesivos, como los atracones de comida o los pequeños hurtos en los supermerados, en una obsesión por los canales de conversación dedicados al sexo o a cualquier otro tema.
Existen evidencias de que a hombres y mujeres les impacta de manera distinta el descubrir una ciberinfidelidad. Mientras los hombres lo toman como un simple juego, para las mujeres esto se convierte en un acto de infidelidad semejante al acto cometido de forma presencial. Asimismo alrededor de una tercera parte de las relaciones que se inician en el chat, terminan en un encuentro real.
1. Anda con cautela, no necesariamente porque te sientas comprendida por alguien en la red, realmente te entiende.
2. Es probable que tanto tú como la otra personas en la red, tengáis profundas necesidades insatisfechas y forméis la ilusión de ser almas gemelas.
3. Evita proporcionar en la medida de lo posible información confidencial (móvil, dirección o cualquier otro dato personal que pudiera servir para ser utilizado para extorsionarte en adelante).
4. Mientras más insistente sea una persona en querer conocerte puede ser sinónimo de alguna sorpresa desagradable.
5. Cuando decidas establecer un contacto cara a cara, hazlo en un lugar público y avisa a alguien más de la hora y lugar en donde sos veréis.
6. Ponte de acuerdo con alguien de tu confianza en llamarle o recibir su llamada para cerciorarse de que estás bien, pasada media hora de tu encuentro.
Existen en el mundo millones de internautas con los cuales teóricamente podríamos establecer comunicación (La forma más común de infidelidad). Esto podría ser una exageración, sin embargo, existen sitios especializados en donde se acude con la intención de buscar a alguien con quien charlar o encontrar a la persona deseada para compartir toda una vida.
La necesidad de amar y ser amados
Como seres humanos todos tenemos la necesidad de amar y ser amados, y esta necesidad, nos hace probar todos aquellos caminos disponibles para encontrar a la media naranja.
Asimismo, la importancia de la atracción entre las personas es, probablemente, uno de los aspectos más relevantes de la interacción social, que opera en muchas de nuestras relaciones interpersonales, regulándolas y dotándolas de sentido.
Internet es una posibilidad tecnológica disponible para conquistar a una ciberprincesa o a un ciberpríncipe azul. Los sitios especializados ofrecen socializar de forma electrónica y permitir a las personas que entran en estas webs seducir a alguien o encontrar a un amigo virtual.
¿Qué hay detrás de quien busca el amor en Internet?
Son múltiples los motivos que llevan a una persona a buscar pareja en la red, sólo por enumerar unos cuantos tenemos: mostrar poca habilidad en las relaciones cara a cara para interactuar, tener una relación de pareja conflictiva, sentirse solo, haber terminado un relación anterior, sufrir de timidez, estar desempleado, tener relaciones conflictivas, no sentirse comprendido por su actual pareja, tener alguna patología que no le permite a la persona socializar con otras personas, ser un adicto u obsesivo con el uso de la red, por simple diversión, querer encontrar a la mujer u hombre de su vida, abusar de otros mediante el recurso del engaño y la mentira, solo por mencionar algunos.
Hablar con alguien que está al otro lado de la red, tiene una serie de pasos que tarde o temprano pueden darse:
1. Se establece un primer contacto generalmente mediante un foro de discusión o un chat.
2. Se intercambian comentarios generales.
3. Cuando aparentemente coinciden en puntos de vista sobre algún tema, se hace la invitación a esa persona para conocerse un poco más a fondo, proporcionando un correo electrónico o la dirección del messenger.
4. Se pasa del cambio de información general a cuestiones más específicas o temas globales más específicos.
5. Los comentarios, si son percibidos de buena voluntad o sinceros, pueden pasar a la fase de volverse en comentarios más íntimos de apoyo, comprensión o seducción disfrazada o indirecta.
6. Pueden empezar los intercambios de fotos o móviles.
7. La siguiente fase podría ser ya el encuentro personal en algún lugar.
8. Si el encuentro cubre las expectativas de ambos cibernautas, la relación puede continuar hacia delante llegando al noviazgo y en pocos, muy pocos casos, llegar hasta el matrimonio.
Vale la pena señalar que aunque estas fases se pueden presentar en esa secuencia, también hay quien decide saltarse muchas de ellas y propiciar un encuentro cara a cara, después de chatear cinco minutos.
La fantasía de conocer al otro
Cuando una pareja detrás de un ordenador empieza a compartir información con un amigo o compañero potencial, se da un fenómeno muy interesante, mediante el cual se crea una ilusión de ser comprendido por alguien que no se conoce, pues se empiezan a compartir problemas que compartiríamos con una persona solo si ya la conociéramos desde hace tiempo y con quien tuviéramos cierta confianza. Esto sucede, debido a lo fugaz que podría ser el comentar a alguien que no me conoce mis fantasías o problemas de fondo.
Esta percepción de conocer al otro se podría llamar, conocerse de adentro para afuera, es decir, primero se conocen las cosas más íntimas y posteriormente a la persona en un cara a cara. Por el contrario, en una relación presencial, de afuera para adentro: primero se conoce físicamente a la persona y si somos capaces de mantener cierto grado de amistad, entonces puedo ser capaz de comentarle mis pensamientos más íntimos.
Una persona puede tener la fantasía de "estar enamorado" de alguien sin siquiera conocerlo, pues esta ilusión aparente hace suponer a quien está al otro lado de la red, que es comprendido en lo más profundo de su ser por alguien que nunca en su vida ha visto.
Las consecuencias de socializar en Internet
En la práctica terapéutica es cada vez mas común que los pacientes lleguen por haber encontrado rastros de que la pareja les está siendo infiel, las evidencias pueden ser recabadas en el móvil, o en los correos electrónicos, que "por error" vieron. En este sentido, es bastante común encontrar rastros de ciberinfidelidad. Otros terapeutas señalan al respecto que hay algunos pacientes que sufren relaciones obsesivas a través de la red y una adicción a Internet. Algunos han transformado sus comportamientos obsesivos, como los atracones de comida o los pequeños hurtos en los supermerados, en una obsesión por los canales de conversación dedicados al sexo o a cualquier otro tema.
Existen evidencias de que a hombres y mujeres les impacta de manera distinta el descubrir una ciberinfidelidad. Mientras los hombres lo toman como un simple juego, para las mujeres esto se convierte en un acto de infidelidad semejante al acto cometido de forma presencial. Asimismo alrededor de una tercera parte de las relaciones que se inician en el chat, terminan en un encuentro real.
¿Qué hacer cuando conoces a alguien en la red?
1. Anda con cautela, no necesariamente porque te sientas comprendida por alguien en la red, realmente te entiende.
2. Es probable que tanto tú como la otra personas en la red, tengáis profundas necesidades insatisfechas y forméis la ilusión de ser almas gemelas.
3. Evita proporcionar en la medida de lo posible información confidencial (móvil, dirección o cualquier otro dato personal que pudiera servir para ser utilizado para extorsionarte en adelante).
4. Mientras más insistente sea una persona en querer conocerte puede ser sinónimo de alguna sorpresa desagradable.
5. Cuando decidas establecer un contacto cara a cara, hazlo en un lugar público y avisa a alguien más de la hora y lugar en donde sos veréis.
6. Ponte de acuerdo con alguien de tu confianza en llamarle o recibir su llamada para cerciorarse de que estás bien, pasada media hora de tu encuentro.
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