Tras Fukushima surge la pregunta: ¿qué nivel de radiación podemos soportar?
Desde que se activó la Alarma Nuclear en Japón tras el trágico terremoto que ha puesto en duda los sistemas de seguridad de las cetrales nucleares no sólo del país nipón, sino del mundo entero, la gente se hace muchísimas preguntas sobre el auténtico peligro de eso de 'la radiación'.
El nivel de radiación en los alrededores de la planta de Fukushima superaba el miércoles los 10 Milisievert, en total de sus paredes emergieron unos 400 MiliSieverts a la hora. Y seguro, con esto no te resolvemos ninguna duda, ¿verdad? Para que te hagas una idea de lo que suponen estos niveles de radiación te contamos que 10 es algo así como un TAC por todo el cuerpo...
El límite de radiación recomendado cada cinco años para los trabajadores es de 100. Si vamos subiendo la radiación, decirte que una dosis de 1000 puede causar vómitos y naúseas, pero no la muerte. Una dosis de 5.000 puede matar al 50% de las personas expuestas a ella. 6.000 es la dosis de los trabajadores de Chernóbil que murieron al mes de la tragedia y 10.000 con la que cualquier persona puede morir en cuestión de semanas.
Ya sabemos las cantidades de radioactividad que puede soportar el ser humano, ahora te vamos a contar cuáles son los peligros de estas sustancias y de qué forma se introducen en el organismo. Para ello vamos a hacer referencia a las declaraciones de Rodríguez-Farré, experto del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona.
Según éste, "existen más de 60 contaminantes radiactivos a partir de la fisión del uranio". "Casi todos tienen una gran afinidad con nuestro organismo y se acumulan en él, ya que son parecidos a nuestros elementos biológicos". Pero de estos 60 contaminantes hay tres con los que hay que tener mayor cuidado, son los que más consecuencias generan:
-El yodo, que "afecta inmediatamente y deja mutaciones en los genes, a partir de las cuales se puede desarrollar luego el cáncer de tiroides".
-El estroncio, que "se acumula en los huesos un mínimo de 30 años, como si fuera calcio, y durante años continúa irradiando el organismo".
-Y el cesio, que "queda depositado en los músculos".
Las medidas a tomar por las personas que han sido expuestas a radiación son diferente según como haya sido esta exposición: si ha sido por contacto con la piel lo recomendable es lavarse meticulosamente, cepillando y limpiando el cuerpo, el pelo y las uñas con detergente. La cosa se complica si ha sido mediante inhalación, lo más común. En Japón lo que se está haciendo es repartir pastillas de yodo a la población. Y te preguntarás... Si habéis dicho que el yodo es uno de los contaminantes más peligrosos, ¿porque meterse más en el cuerpo?
Rodríguez-Farré lo explica de la siguiente forma: "El tiroides cuando está repleto de yodo, elimina el que le sobra, así que si tú saturas de yodo normal el tiroides -con las citadas pastillas-, ayudas a que si inhalas yodo radiactivo lo elimines rápidamente".
Rodríguez-Farré da una explicación muy sencilla a éste fenómeno, y es que "los espermatozoides se regeneran totalmente cada 90 días y un espermatozoide alterado desaparece en ese periodo, pero los óvulos están en los ovarios toda la vida, y si un óvulo alterado por la radiación es fecundado posteriormente, habrá malformaciones en el feto, aunque sea años después".
El experto advierte de los peligros de la radiación no sólo en el cuerpo humano. "A largo plazo la contaminación nuclear se deposita en el suelo y en el mar, y se incorpora a la cadena trófica, de los peces, que son la base de la dieta en Japón, del resto de animales, de las plantas, la fruta, las verduras...", advierte.
En cuanto al protocolo oficial que hay que seguir en estos casos, te tenemos que decir que la Organización Mundial de la Salud (OMS), está replanteándolo en estos momentos. El vicepresidente de la Organización, Paulo Marchiori, ha afirmado que desde la ONU se ha decidido crear un grupo de trabajo inmediato que pone juntos al personal de asistencia humanitaria, al de salud y al de la energía atómica para definir protocolos para casos como el de Japón.
"Todo lo que está establecido" será revisado en los próximos seis u ocho meses por especialistas de salud y de energía atómica puesto que, "infelizmente, se aprende con lo peor, que es cuando se dan las situaciones de crisis".
En la actualidad existe la Agencia de Control de la Energía Atómica como la organización sectorial de la ONU encargada de la seguridad en la materia, pero tal y como ha afirmado Marchiori "no se puede pedir que los físicos o ingenieros atómicos tomen las decisiones sobre qué hacer, no sólo con Japón concretamente, sino con otros posibles accidentes", cuando existe otra área como la OMS dedicada a salud.
Añadió que a partir de esa situación se verá "cómo manejar el proceso agudo, el proceso inmediato de radiación, que tiene una dimensión, y otra dimensión que son los efectos a largo plazo", precisando que en un primer lugar, "lo fundamental es identificar las personas expuestas a la radiación y el nivel de exposición de cada uno", ya que, "a partir de ahí, el tratamiento será distinto" para cada caso, pero luego habrá que tomar otras medidas, pues la radiación podría llegar a pasar a la cadena alimentaria.
El nivel de radiación en los alrededores de la planta de Fukushima superaba el miércoles los 10 Milisievert, en total de sus paredes emergieron unos 400 MiliSieverts a la hora. Y seguro, con esto no te resolvemos ninguna duda, ¿verdad? Para que te hagas una idea de lo que suponen estos niveles de radiación te contamos que 10 es algo así como un TAC por todo el cuerpo...
El límite de radiación recomendado cada cinco años para los trabajadores es de 100. Si vamos subiendo la radiación, decirte que una dosis de 1000 puede causar vómitos y naúseas, pero no la muerte. Una dosis de 5.000 puede matar al 50% de las personas expuestas a ella. 6.000 es la dosis de los trabajadores de Chernóbil que murieron al mes de la tragedia y 10.000 con la que cualquier persona puede morir en cuestión de semanas.
Los componentes radiactivos que más daño hacen
Ya sabemos las cantidades de radioactividad que puede soportar el ser humano, ahora te vamos a contar cuáles son los peligros de estas sustancias y de qué forma se introducen en el organismo. Para ello vamos a hacer referencia a las declaraciones de Rodríguez-Farré, experto del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona.
Según éste, "existen más de 60 contaminantes radiactivos a partir de la fisión del uranio". "Casi todos tienen una gran afinidad con nuestro organismo y se acumulan en él, ya que son parecidos a nuestros elementos biológicos". Pero de estos 60 contaminantes hay tres con los que hay que tener mayor cuidado, son los que más consecuencias generan:
-El yodo, que "afecta inmediatamente y deja mutaciones en los genes, a partir de las cuales se puede desarrollar luego el cáncer de tiroides".
-El estroncio, que "se acumula en los huesos un mínimo de 30 años, como si fuera calcio, y durante años continúa irradiando el organismo".
-Y el cesio, que "queda depositado en los músculos".
Las medidas a tomar por las personas que han sido expuestas a radiación son diferente según como haya sido esta exposición: si ha sido por contacto con la piel lo recomendable es lavarse meticulosamente, cepillando y limpiando el cuerpo, el pelo y las uñas con detergente. La cosa se complica si ha sido mediante inhalación, lo más común. En Japón lo que se está haciendo es repartir pastillas de yodo a la población. Y te preguntarás... Si habéis dicho que el yodo es uno de los contaminantes más peligrosos, ¿porque meterse más en el cuerpo?
Rodríguez-Farré lo explica de la siguiente forma: "El tiroides cuando está repleto de yodo, elimina el que le sobra, así que si tú saturas de yodo normal el tiroides -con las citadas pastillas-, ayudas a que si inhalas yodo radiactivo lo elimines rápidamente".
La radiación afecta más a las mujeres que a los hombres
Rodríguez-Farré da una explicación muy sencilla a éste fenómeno, y es que "los espermatozoides se regeneran totalmente cada 90 días y un espermatozoide alterado desaparece en ese periodo, pero los óvulos están en los ovarios toda la vida, y si un óvulo alterado por la radiación es fecundado posteriormente, habrá malformaciones en el feto, aunque sea años después".
El experto advierte de los peligros de la radiación no sólo en el cuerpo humano. "A largo plazo la contaminación nuclear se deposita en el suelo y en el mar, y se incorpora a la cadena trófica, de los peces, que son la base de la dieta en Japón, del resto de animales, de las plantas, la fruta, las verduras...", advierte.
La OMS anuncia cambios en el protocolo a seguir ante desastre nuclear
En cuanto al protocolo oficial que hay que seguir en estos casos, te tenemos que decir que la Organización Mundial de la Salud (OMS), está replanteándolo en estos momentos. El vicepresidente de la Organización, Paulo Marchiori, ha afirmado que desde la ONU se ha decidido crear un grupo de trabajo inmediato que pone juntos al personal de asistencia humanitaria, al de salud y al de la energía atómica para definir protocolos para casos como el de Japón.
"Todo lo que está establecido" será revisado en los próximos seis u ocho meses por especialistas de salud y de energía atómica puesto que, "infelizmente, se aprende con lo peor, que es cuando se dan las situaciones de crisis".
En la actualidad existe la Agencia de Control de la Energía Atómica como la organización sectorial de la ONU encargada de la seguridad en la materia, pero tal y como ha afirmado Marchiori "no se puede pedir que los físicos o ingenieros atómicos tomen las decisiones sobre qué hacer, no sólo con Japón concretamente, sino con otros posibles accidentes", cuando existe otra área como la OMS dedicada a salud.
Añadió que a partir de esa situación se verá "cómo manejar el proceso agudo, el proceso inmediato de radiación, que tiene una dimensión, y otra dimensión que son los efectos a largo plazo", precisando que en un primer lugar, "lo fundamental es identificar las personas expuestas a la radiación y el nivel de exposición de cada uno", ya que, "a partir de ahí, el tratamiento será distinto" para cada caso, pero luego habrá que tomar otras medidas, pues la radiación podría llegar a pasar a la cadena alimentaria.
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