Nostradamus y el fin del mundo: la renuncia del Papa y el meteorito

En las últimas semanas estamos viviendo un gran número de acontecimientos históricos que no parece que valoraremos como se merecen. Sin duda, la renuncia del Papa Benedicto XVI ha levantado un polvorín de teorías sobre la elección de un Pontífice nuevo que podría ser más fundamental que el resto, según algunas teorías apocalípticas. Pero lo más importante para los creyentes en este tipo de ideas es que este anuncio ha coincidido con la caída sorprendente del meteorito en Rusia que ha causado centenares de heridos en las ciudades próximas a los Urales.

Para muchos, estos dos hechos son coincidencias que han ocurrido, pero no es así para los 'reyes' del Apocalipsis y de los seguidores de las teorías del fin del mundo. Si entramos en este universo, Nostradamus es  y será uno de los pilares. Si buceamos en sus teorías y según algunas interpretaciones, estos dos hechos tienen un porqué y podrían llegar a ser el preludio de acontecimientos dramáticos para la humanidad.

Nostradamus, el meteorito de Rusia y el Papa

Nostradamus ubicó algunos de los hechos que vivimos en varios de sus cuartetos. Según él, en un momento determinado, "cuando el gran Pontífice cambiará de terreno", una gran estrella arderá y se podrán ver dos soles a la vez. La primera parte la tenemos clara con el próximo cambio de Papa, pero lo curioso es que la gran estrella apocalíptica también ha hecho su aparición en forma de meteorito.

Pero por si fuera poco, Nostradamus también acertó a la hora de hablar de dos soles. Según algunas interpretaciones, el surgimiento del meteorito de los Urales a pleno luz del día deja claro que fueron dos fuentes lumínicas las que aparecieron en el cielo ruso. Para otros, los dos soles se refieren a la propia estrella y al desarrollo espacial que provocará que haya reflejos de estaciones espaciales visibles desde La Tierra a plena luz del día.

Lo que está claro es que las teorías apocalípticas reaparecen con fuerza y ya son muchos los que vuelven a pensar en que el fin del mundo está más cerca de lo que nos pensamos.

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