John Galliano confiesa sus adicciones pero no recuerda ningún insulto racista
El diseñador británico John Galliano, procesado por injurias racistas y antisemitas, se retrató ante el Tribunal Correccional de París como un adicto rehabilitado que no recuerda los insultos que se le reprochan porque estaba embotado por una mezcla de alcohol y pastillas.
"Aún no me he recuperado del todo, pero estoy mucho mejor", confesó en inglés el modisto, fulminantemente despedido de la casa de moda Christian Dior el pasado invierno, tras ser denunciado por proferir dicho tipo de insultos a los clientes de un bar del parisino barrio del Marais, ante quienes hoy se disculpó.
El 'enfant terrible' del universo de la moda, que llegó escoltado por un guardaespaldas, explica que el Galliano borracho racista es "un cascarón vacío" en el que no se reconoce a sí mismo.
El modisto se enfrenta a una pena máxima de hasta a seis meses de cárcel y a una multa de 22.500 euros (33.330 dólares). Los letrados de la acusación aseguraron que sería una condena "irrisoria" para el acaudalado estilista, que difícilmente irá a la cárcel porque no tiene antecedentes penales.
Por lo tanto, la mayor condena para Galliano no es material, sino mediática, como lo demuestra que Dior y la firma que lleva su propio nombre hayan prescindido de su talento, señaló el letrado Yves Beddouk, que representa a la mujer que acusa al modista de haberla llamado "jodida zorra fea judía", entre otros agravios.
El creador, que se presentó en el Palacio de Justicia con un traje oscuro, pañuelo al cuello, melena rubia y bigote fino, no negó los hechos y se limitó a repetir que no se acuerda de casi nada porque tenía 1,01 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado, según la Policía.
Pero además había consumido barbitúricos y somníferos, una "triple adicción" que le llevó a pasar dos meses en una clínica de desintoxicación en Arizona (EEUU) y en otra en Suiza, a finales del pasado febrero.
El tribunal dictará sentencia el próximo 8 de septiembre.
"Aún no me he recuperado del todo, pero estoy mucho mejor", confesó en inglés el modisto, fulminantemente despedido de la casa de moda Christian Dior el pasado invierno, tras ser denunciado por proferir dicho tipo de insultos a los clientes de un bar del parisino barrio del Marais, ante quienes hoy se disculpó.
El 'enfant terrible' del universo de la moda, que llegó escoltado por un guardaespaldas, explica que el Galliano borracho racista es "un cascarón vacío" en el que no se reconoce a sí mismo.
El modisto se enfrenta a una pena máxima de hasta a seis meses de cárcel y a una multa de 22.500 euros (33.330 dólares). Los letrados de la acusación aseguraron que sería una condena "irrisoria" para el acaudalado estilista, que difícilmente irá a la cárcel porque no tiene antecedentes penales.
La mayor condena de John Galliano será la mediática
Por lo tanto, la mayor condena para Galliano no es material, sino mediática, como lo demuestra que Dior y la firma que lleva su propio nombre hayan prescindido de su talento, señaló el letrado Yves Beddouk, que representa a la mujer que acusa al modista de haberla llamado "jodida zorra fea judía", entre otros agravios.
El creador, que se presentó en el Palacio de Justicia con un traje oscuro, pañuelo al cuello, melena rubia y bigote fino, no negó los hechos y se limitó a repetir que no se acuerda de casi nada porque tenía 1,01 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado, según la Policía.
Pero además había consumido barbitúricos y somníferos, una "triple adicción" que le llevó a pasar dos meses en una clínica de desintoxicación en Arizona (EEUU) y en otra en Suiza, a finales del pasado febrero.
El tribunal dictará sentencia el próximo 8 de septiembre.
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