La amiga ideal: sincera, divertida... rica y guapa; ¿inteligente? ¡No hace falta!

Somos superficiales hasta para buscar amigos. De intereses vive buena parte de la población mundial, y todo lo que hace este colectivo tiene algún tipo de beneficio personal. Se supone que la amistad era una de las pocas cosas que quedan fuera del egoísmo... pero no.

Nos ponemos así de negativos por un estudio publicado en el Journal of Social and Personal Relationships realizado por el investigador Jeffrey A. Hall. Pero no todo son malas noticias. También hay muchos rasgos positivos que buscamos a la hora de buscar colegas. Malos o buenos, es cuestión de expectativas. Lo vemos.

Cómo es el amigo ideal

Tres son las virtudes en la que casi todos nos ponemos de acuerdo a la hora de elegir nuestras amistades; queremos que sean fieles, sinceros y solidarios. También es importante pasárnoslo bien juntos, compartir opiniones y aficiones... y si es rico y puede ayudarnos económicamente, mejor que mejor. 

Ahí es donde comienza a entrar en juego el intercambio interesado, ya que hasta ahora lo que queríamos encontrar en nuestros amigos es que cumpliesen con nuestras expectativas. Unas expectativas construidas a base de vivencias y necesidades. 

Diferencias entre hombres y mujeres

En este terreno las mujeres son mucho más exigentes que los hombres, tanto la hora de esperar detalles y comportamientos de la otra persona como a la de enjuiciar sus actos.  Es decir, flitramos más a la hora de entablar una amistad con alguien, y de ahí que luego esas relaciones sean más largas e íntimas que las que tienen los hombres.

Eso sí, hay muchos más enfados y malentendidos entre amigas porque exigimos, esperamos y pedimos más unas de otras. Por ejemplo, algo que no soportamos es que nos dejen colgados a última hora y nos cancelen una cita, algo que a los hombres ni les inmuta.

En nuestro favor podemos decir que ellos son más superficiales, ya que se fijan más en el status social y la forma física. Porque el atractivo físico, incomprensiblemente, también entra en juego a la hora de entablar amistades. ¿Seguro entonces que sólo buscamos amistad?

Por contra, bastante poco nos importan los rasgos de la personalidad de nuestros amigos, así como su inteligencia. Y es que para divertirse o no sentirse solo algunos no necesitan ni hablar...

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