El Rey realizó viajes privados con su amiga Corinna estando de baja oficial y ella fue tratada como consorte por las autoridades

Todo el mundo se ha saltado alguna norma alguna vez. Y mucho más si simplemente se tratan de recomendaciones o consejos sin consecuencia legal. Sin embargo, que lo haga el Rey de un país como que queda feo. 

Siempre hemos sabido que el Rey Juan Carlos no es una de esas personas estiradas, serias y aburridas que no se salen del guión ni aunque les tire por encima un vaso de agua.

Pero no deja de ser la figura pública más importante de España, y eso de que a sus 74 años, con la que está cayendo, se salga de 'lo correcto' no está muy bien visto en un país marcado por los recortes, la falta de responsabilidad y la corrupción política.

Su viaje a Botsuana encendió la polémica. Ya no por el hecho de andar por ahí cazando elefantes como si nada, sino por hacerlo en compañía de la que dicen ser su amante, Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Pues mucho menos va a gustar la información que ha publicado el diario El Confidencial.

El Rey y Corinna realizaron dos viajes privados y ella fue tratada como consorte

Su escapada a África no fue el único de sus viajes privados en los últimos nueve meses. Fuentes diplomáticas del diario cuentan que Juan Carlos viajó al menos dos veces desde que fue operado el pasado 4 de septiembre por una rotura en el tendón de Aquiles.  A partir de ahí, las instrucciones médicas fueron claras y así informó la Casa Real: el monarca tardaría entre 7 y 10 semanas en recuperar por completo la movilidad y, mientras tanto, no participaría en ningún acto público que supusiese desplazarse fuera de la Zarzuela.

Y así lo hizo... en cuanto a viajes oficiales se refiere, claro. Porque, según afirma la publicación, sólo tres semanas después de la operación el Rey de España viajó de forma privada a Mónaco para pasar el fin de semana con su amiga Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien reside allí de forma habitual, saltándose las recomendaciones médicas y empeorando así su estado de salud.

Además Juan Carlos tenía previsto acudir a la inauguración y 50º aniversario del Salón Náutico de Barcelona un mes y medio después, pero ese mismo día canceló su visita por "resentirse" de la operación. Hasta ahí, puede pasar... Lo que sucede es que al día siguiente emprendió otro viaje privado, también en compañía de su amiga alemana, a Kuwait y Emiratos Árabes, donde vivió en primera persona el Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dabi y Corinna zu Sayn-Wittgenstein fue agasajada como consorte por las autoridades del país.

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