Letizia y Felipe generan incomodidad durante la actuación navideña de sus hijas
Todos los papis, por muy Príncipes que sean, tienen la obligación de ir a ver sus hijos a la función de navidad que se hace cada año. Hagan de oveja, hagan de pastor o hagan de la mismísima Virgen María.
Así, nuestros queridos Príncipes Don Felipe y Doña Letizia, hicieron lo propio al ir a ver a las dos infantitas al cole durante la tradicional representación navideña. Leonor y Sofía se movían como pez en el agua sobre el escenario y se lo pasaron como no podía se de otra forma, de lo lindo.
Y a sus padres, se les caía la baba, ajenos al intenso cabreo que habían generado entre la prensa que se había personado hasta el colegio Santa María de los Rosales, en Aravaca, a la espera de un posado ante la puerta del centro que jamás se produjo.
Y dentro, la tensión no se disipó. El protocolo obliga a los padres a renunciar a hacer ciertas cosas que normalmente en situaciones como esta harían. ¿Quién no ha visto una función escolar repleta de cámaras de fotos y de video de los padres que quieren recoger tan tiernos momentos de sus hijos? Pues bien, los padres de los compañeros de colegio de las dos infantas no pueden ni plantearse hacer una foto, ni mucho menos grabar un video de sus pequeños. Tan sólo pueden guardar ese recuerdo en su memoria.
Es normal que más de uno saliera cabreado tras una función que debería de haber generado tan solo sonrisas, y alguna que otra lagrimita de emoción. ¡Cuántos álbumes de fotos vacíos!
Así, nuestros queridos Príncipes Don Felipe y Doña Letizia, hicieron lo propio al ir a ver a las dos infantitas al cole durante la tradicional representación navideña. Leonor y Sofía se movían como pez en el agua sobre el escenario y se lo pasaron como no podía se de otra forma, de lo lindo.
Descontento general
Y a sus padres, se les caía la baba, ajenos al intenso cabreo que habían generado entre la prensa que se había personado hasta el colegio Santa María de los Rosales, en Aravaca, a la espera de un posado ante la puerta del centro que jamás se produjo.
Y dentro, la tensión no se disipó. El protocolo obliga a los padres a renunciar a hacer ciertas cosas que normalmente en situaciones como esta harían. ¿Quién no ha visto una función escolar repleta de cámaras de fotos y de video de los padres que quieren recoger tan tiernos momentos de sus hijos? Pues bien, los padres de los compañeros de colegio de las dos infantas no pueden ni plantearse hacer una foto, ni mucho menos grabar un video de sus pequeños. Tan sólo pueden guardar ese recuerdo en su memoria.
Es normal que más de uno saliera cabreado tras una función que debería de haber generado tan solo sonrisas, y alguna que otra lagrimita de emoción. ¡Cuántos álbumes de fotos vacíos!
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