Los Duques de Cambridge sorprenden con una visita no programada a la ciudad devastada de Slave Lake
Ayer los duques de Cambridge nos sorprendieron con una visita que no estaba programada. El príncipe Guillermo y Catalina Middleton se acercaron hasta Slave Lake, una ciudad situada al norte de Alberta que fue devastada por un incendio ocurrido el pasado 15 de mayo y que, fíjate el alcance, se había originado a 15 kilómetros de la ciudad -el viento permitió que llegara hasta las casas de miles de personas. Resultado: el 40% del lugar ha quedado reducido a cenizas y escombros. A pesar de que no hubo víctimas mortales, los daños materiales fueron cuantiosísismos. El fuego obligó a la evacuación de 7000 residentes de la ciudad.
La pareja de recién casados ha querido ser testigo de las tremendas consecuencias. Se han quedado completamente anonadados ante lo que han visto... Guillermo y Catalina quedaron impresionados ante un coche que había sucumbido a las llamas y que aún no había sido retirado de la calle.
Esta visita en concreto había permanecido en secreto para no obstaculizar las labores de limpieza y reconstrucción que aún se llevan a cabo. Fueron los propios Guillermo y Catalina los que solicitaron esta parada.
Recorrieron esta zona durante una hora y media, escuchando las palabras del alcalde de esta ciudad, de los bomberos que llevaron a cabo las labores de extinción, de la policía... y previamente las de los ciudadanos evacuados, con quien mantuvieron una intensa reunión privada.
Catalina y Guillermo: cálida recibida en la ciudad de Slave Lake
La visita a la zona devastada no estaba programada oficialmente, pero los ciudadanos de la ciudad sí sabían que los Duques de Cambridge iban a aterrizar en la parte aún verde de Slave Lake.
Así que como hemos visto durante el resto de días de visita oficial, una gran multitud de simpatizantes acudió a recibirles antes de que la pareja emprendiera esta visita imprevista.
Catalina se mostró especialmente cercana con ellos. Llama enormemente la atención el gran esfuerzo que hace por acercarse a ellos. Hay momentos en los que parece incluso que se va a caer encima de la gente. La duquesa recibió esta vez, además de un ramo de flores, un regalo muy especial: un libro sobre la princesa Diana.
Guillermo, por su parte, recibió un regalo de lo más tierno por parte de sus fans: un peluche rosa, muy mono.
Para la ocasión Catalina decidió reciclar vestuario. La vimos llegar con la misma blazer azul marino con la que partió de Reino Unido. La combinó esta vez con una blusa de seda con volantes en tono crema, unos pantalones ajustados y unas sandalias de cuña negras. Guillermo también optó por ir cómodo, con unos jeans y una americana. Ambos lucieron un 'look' casual pero muy cuidado.
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