Charlene Wittstock causa sensación en el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco

El Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco ha estado lleno de sobresaltos, accidentes, invitados de lujo y sorpresas de todo tipo. Pero una cosa estaba clara, y es que Charlene Wittstock, la prometida del príncipe Alberto, iba a ser el centro de las miradas por su indiscutible estilo. Y no defraudó.

La competición estuvo presidida por los futuros reyes de Mónaco, que cada vez que acuden a un evento demuestran que la realeza siempre está a la altura. Con un vestido blanco y negro de día, la ex nadadora sudafricana hizo alarde de su espectacular figura, y parece que el que será su marido en un mes ya ha comenzado a reducir talla para caber en su traje de boda, como le aconsejó Karl Lagerfeld.

Fernando Alonso finaliza el torneo como segundo

El torneo lo ganó el alemán Sebastian Vettel, pero estuvo muy reñido con el español Fernando Alonso, que se alzó con el segundo puesto, y tras él, el inglés Jenson Button. Como futura princesa, Charlene fue la encargada de darle el premio a un emocionado Vettel, que como es evidente se mostró muy feliz en todo momento.

Junto al futuro matrimonio, no se quisieron perder un torneo tan importante -considerado uno de los mejores del mundo- más miembros de la Familia Real Monegasca, los tres hijos mayores de Carolina de Mónaco, sus futuros sobrinos Carlota, Andrea y Pierre Casiraghi.


Posteriormente, en la gala celebrada por la 69 edición del Gran Premio de Montecarlo, la futura princesa deslumbró con un vestido largo de gala dorado que le favorecía mucho. A su lado, con traje y pajarita, Alberto de Mónaco se mostraba cercano, feliz y enamorado.

A punto de casarse con el príncipe Alberto, Charlene ya está demostrando que sabe perfectamente cómo comportarse en los eventos de esta magnitud, y lucir sus mejores galas para las ocasiones que lo requieran.

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