Alberto y Charlene de Mónaco cumplen con sus compromisos en África por separado
La luna de miel en Sudáfrica no está resultando para Alberto de Mónaco y su recién estrenada esposa, Charlene de Mónaco, como esperaban... Se les ha agriado un poquito la fiesta con eso de que al principito le podría haber salido un tercer hijo ilegítimo, motivo por el cual, presuntamente, Charlene habría intentado huir poco antes de que se celebrara la boda...
Pero al final se casaron... celebraron una boda hollywoodiense, y el pasado martes llegaron a Durban, en Sudáfrica, para asistir a la 123ª reunión del Comité Olímpico Internacional (COI), y ya de paso para estar más cerca de la familia de Charlene -recuerda, ella es sudafricana-. Esa decimos es su luna de miel, pero en realidad ambos están allí para trabajar. Siempre con tiempo para festejar su amor: el jueves dieron una bonita fiesta ante numerosos rostros conocidos.
Y el viernes, tras este encuentro con el COI y esa fiesta, Alberto de Mónaco decidió hablar sobre esos rumores que hacían peligrar su matrimonio. Al parecer lo hizo ante la agencia de noticias DPA... El príncipe quiso aclarar que "todo esto es sólo para desestabilizar nuestro matrimonio, es muy injusto. No entiendo lo que está pasando, porque es algo completamente fabricado. Por eso es muy fácil para mí hablar de este tema, porque es completamente refutable".
Alberto de Mónaco no está en África a todo lo que se dice de su matrimonio en Europa. "Escucho cosas, sí, y leí alguna", ha dicho el príncipe. "Todo esto vino de la revista francesa L'Express, que es normalmente seria y no trabaja con rumores. Ellos hablan de tres fuentes, no sé cuáles son".
En cualquier caso, tanto él como Charlene siguen con su agenda. El viernes, mientras él daba la cara ante la agencia DPA, ella iba a visitar en solitario la Ciudad del Cabo, en el sur de Sudáfrica para encontrarse con el arzobispo emérito Desmond Tutu. El objetivo de esta visita era apoyar una serie de proyectos solidarios de la fundación 'The Giving Organisation'. Después del encuentro, Charlene recibió un regalo de lo más peculiar: un muñero de trapo que retrataba al propio Desmond Tutu.
El fin de semana ha sido de lo más solidario. Después del encuentro con Desmond Tutu, la ya Princesa de Mónaco viajó hasta las afueras de Johannesburgo para seguir con sus visitas en esta línea. Charlene de Mónaco tiene claro que, ahora que es princesa y está en su mano, dedicará su tiempo y sus esfuerzos en ayudar a los más necesitados de su país.
Pero al final se casaron... celebraron una boda hollywoodiense, y el pasado martes llegaron a Durban, en Sudáfrica, para asistir a la 123ª reunión del Comité Olímpico Internacional (COI), y ya de paso para estar más cerca de la familia de Charlene -recuerda, ella es sudafricana-. Esa decimos es su luna de miel, pero en realidad ambos están allí para trabajar. Siempre con tiempo para festejar su amor: el jueves dieron una bonita fiesta ante numerosos rostros conocidos.
Y el viernes, tras este encuentro con el COI y esa fiesta, Alberto de Mónaco decidió hablar sobre esos rumores que hacían peligrar su matrimonio. Al parecer lo hizo ante la agencia de noticias DPA... El príncipe quiso aclarar que "todo esto es sólo para desestabilizar nuestro matrimonio, es muy injusto. No entiendo lo que está pasando, porque es algo completamente fabricado. Por eso es muy fácil para mí hablar de este tema, porque es completamente refutable".
Alberto de Mónaco no está en África a todo lo que se dice de su matrimonio en Europa. "Escucho cosas, sí, y leí alguna", ha dicho el príncipe. "Todo esto vino de la revista francesa L'Express, que es normalmente seria y no trabaja con rumores. Ellos hablan de tres fuentes, no sé cuáles son".
Charlene de Mónaco, un fin de semana solitario y solidario
En cualquier caso, tanto él como Charlene siguen con su agenda. El viernes, mientras él daba la cara ante la agencia DPA, ella iba a visitar en solitario la Ciudad del Cabo, en el sur de Sudáfrica para encontrarse con el arzobispo emérito Desmond Tutu. El objetivo de esta visita era apoyar una serie de proyectos solidarios de la fundación 'The Giving Organisation'. Después del encuentro, Charlene recibió un regalo de lo más peculiar: un muñero de trapo que retrataba al propio Desmond Tutu.
El fin de semana ha sido de lo más solidario. Después del encuentro con Desmond Tutu, la ya Princesa de Mónaco viajó hasta las afueras de Johannesburgo para seguir con sus visitas en esta línea. Charlene de Mónaco tiene claro que, ahora que es princesa y está en su mano, dedicará su tiempo y sus esfuerzos en ayudar a los más necesitados de su país.
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