Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga del Rey Juan Carlos

Es la mujer más buscada del momento. Al menos, la más mencionada en medios de comunicación y cotilleos púbicos. Ya se sabía de su existencia varios años atrás, pero es ahora cuando se ha convertido en el foco de atención al conocerse que se encontraba con el Rey Juan Carlos cazando elefantes en Botsuana (otro punto fuerte de la polémica) donde sufrió una caída que le provocó la rotura de la cadera.

Pero, ¿quién es ella? Los rumores corren y las noticias vuelan. Aunque se le ha relacionado con el Rey en varias ocasiones durante los últimos años, fue la periodista Pilar Eyre quien la puso en el punto de mira con su polémico libro La soledad de la Reina, donde se refirió a ella como una apasionante amante del Monarca.

Pero la historia se remonta a doce años atrás. El primer encuentro de El Rey de España y Corinna zu Sayn-Wittgenstein del que se tiene noticia se produjo en 2006 durante una cena presidida por ella que se organizó con motivo de la visita de Don Juan Carlos a Ditzingen, un municipio del sur de Alemania.

Quién es Corinna zu Sayn-Wittgenstein

La protagonista en cuestión es alemana, tiene 46 años, se divorció en dos ocasiónes y tiene dos hijos. Es llamada 'Princesa' porque en el año 2000 se casó con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein, del cual se separó cinco años después.

Vinculada siempre a los negocios de alto nivel social y económico, Corinna zu Sayn-Wittgenstein es consejera delegada de la empresa Boss&Company Sport Agency, que organiza cacerías en África para aristócratas y millonarios. Afición junto a la vela que comparte con el Rey Juan Carlos.

Se rumorea además que Corinna asume papeles institucionales e incluso que ha llegado a actuar como representante del Rey ante el príncipe Alwaleed bin Talal, uno de los aristócratas más ricos de Arabia Saudí. Otro runrún que se suena fuerte es que el motivo de la cena que el Rey compartió en un restaurante madrileño con sus tres hijos fue explicarles su especial amistad con la 'princesa'. 

Tras conocer todos estos datos y en caso de que sean ciertos -nadie lo sabe mejor que la Reina, aunque dicen que la pareja es la última que se entera-, no nos extraña la frialdad y fugaz visita que le dedicó a su marido dos días después de ser ingresado en el hospital por su aventura en África.

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