Leyenda de los Reyes Magos: la historia de Melchor, Gaspar y Baltasar
Relato navideño sobre el origen de los tres Reyes Magos
- La leyenda de los Reyes Magos: ¿cuál es su origen?
- La celebración actual de los Reyes Magos y su historia
Papá Noel es uno de los grandes símbolos navideños, quien trae regalos a los niños de prácticamente todo el mundo. Sin embargo, no es la única leyenda que existe en cuanto a quién trae los regalos en cada país. Son muchas las zonas del mundo en las que los Reyes Magos tienen una presencia especial, y es que los tres magos obsequian a niños y mayores la noche del 5 de enero. ¿Conoces la leyenda de los Reyes Magos? En Diario Femenino te contamos la historia de Melchor, Gaspar y Baltasar. ¡No te la pierdas!
La leyenda de los Reyes Magos: ¿cuál es su origen?
Cuenta la leyenda, basada en la Biblia, que los magos de Oriente llegaron a Belén guiados por una estrella brillante que les condujo hasta el hijo de Dios en la tierra, Jesús de Nazaret. Los magos de Oriente se habían interesado desde tiempo antes por el nacimiento del niño, debido precisamente a la estrella que comenzó a brillar en el oriente. Así que llegaron a Jerusalén en su camino preguntando: "¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle" (Mateo 2:2). Pronto llegarían a Belén, para adorar al niño en su humilde pesebre, junto a María y José.
Hasta aquí es la historia más conocida de los Reyes Magos, y es la más antigua, porque realmente en un comienzo los Reyes no eran Reyes, sino magos. Hasta el siglo III no se convirtieron en tres, gracias a los escritos de Orígenes. Poco después se conocieron sus nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar. En el siglo VI Cesáreo de Arlés escribió que estos magos eran llamados Reyes, algo que cuadró perfectamente con la aversión cristiana a la magia, ayudando además a potenciar el mensaje de la historia: tres grandes Reyes que llegaron a adorar a un niño en un humilde pesebre.
Hay que decir que la historia original no termina aquí. El rey Herodes, celoso y preocupado por su permanencia en el trono, reunió a todos los sabios y sacerdotes de Jerusalén para preguntarles dónde debía de nacer el niño prometido, y aquellos les contaron que el niño nacería en Belén de Judea. Mandó llamar a los magos y engañándoles con pretendidas buenas intenciones les pidió que fueran a Belén, a averiguar sobre el niño para que luego él fuera a adorarlo también. En primera instancia obedecieron al Rey, y cuando la estrella por fin se posó sobre el establo donde había nacido Jesús, se postraron ante él con sumo regocijo y lo adoraron con sus tesoros ―oro, incienso y mirra―. Los magos tuvieron sueños premonitorios avisándoles de que no volvieran junto a Herodes, por lo que decidieron regresar a su tierra por otro camino.
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La celebración actual de los Reyes Magos y su historia
Los Reyes Magos como los conocemos hoy en día han ido construyéndose por el camino de la historia, gracias a estudiosos y eruditos religiosos, a la tradición oral generación tras generación y al arte, que durante siglos los ha representado con trajes exóticos, mitificándolos hasta convertirse en los tres personajes misteriosos y estrambóticos que todos los niños esperan con ilusión la noche del 5 de enero.
En el siglo XIII, Jacobo de Vorágine recoge muchos de los aspectos que hoy simbolizan a los Reyes Magos de Oriente. Entonces se establece la representación de los tres regalos: el oro para el Rey, la mirra para el hombre, el incienso para el Dios. También se estipula el origen de cada Rey, de las tres tribus bíblicas Sem, Cam y Jafet, que hoy representarían a Asia, Europa y África, respectivamente. Poco a poco, la iconografía cristiana los iría representando con más características: Melchor sería el más anciano, con barba blanca; Gaspar, de edad madura y barba negra (o pelirroja, como a veces hoy se le representa) y Baltasar, un joven barbilampiño, que poco a poco se le reconocería como negro africano (ya que parece que su estirpe podría haber sido etíope).
La segunda parte de la historia de los Reyes Magos deja de ser tan mágica y suele ser omitida a los niños, porque supone un acto de violencia que quizás es el preludio de la vida de Jesús, y sus consecuentes enseñanzas cristianas. Cuando los Reyes Magos se marcharon, José tuvo un sueño en el que Dios les pedía que se fueran rápidamente a Egipto, huyendo de Herodes, pues este quería matar al niño. Y efectivamente, el rey Herodes, al darse cuenta de que los Magos le habían burlado, mandó matar a todos los niños menores de dos años de Belén y los alrededores. No fue hasta la muerte de Herodes que José y María, por designios de Dios, llevaron a Jesús a Nazaret, para que se cumpliera lo que dijo el profeta y se convirtiera en el nazareno.
Esta trágica historia contrasta con el simbolismo mágico de los Reyes Magos, que se ha trasladado hasta nuestros días con la celebración el día 6 de enero del Día de Reyes (el 19 de enero para las fes cristianas ortodoxas). Y esto no es fortuito, precisamente hoy la vida es igual de contrastante como lo era en tiempos de Jesús. Por eso, el Día de los Reyes Magos es tan especial. Es como si por un día nos diéramos cuenta de la esperanza que los niños y niñas aportan al mundo, que con su inocencia y bondad representan el mensaje de Jesús en la tierra.
¿Conocías la leyenda de los Reyes Magos? Cuéntanos en los comentarios qué te parece la historia de Gaspar, Melchor y Baltasar.
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Bibliografía
- Caballero, J.L. (2013). Y Dios se hizo hombre. Homilías de Navidad, Scripta Theologica, Reseñas, Teoligía moral y espiritual, Vol. 45.1, pp.284. https://hdl.handle.net/10171/40468
- Miguens, A. (2017). La representación de los Reyes Magos en dos textos castellanos de los siglos XII y XIII: el auto de os Reyes Magos y el libro de los tres Reyes de Oriente. Exlibris, 6, 187–200. https://hollis.harvard.edu/permalink/f/1mdq5o5/TN_cdi_doaj_primary_oai_doaj_org_article_19dd92c7035e4429a5aa751920313832