La mentira del fin del mundo y la decepción por el 'no Apocalipsis'

"¡Ey!, ¿hoy no se acababa el mundo?", pregunta Mari Pili en la hora del cafecito. "Sí, tú lo has dicho, 'se acababa'... pero por lo que parece no se acabó", responde escéptica Rosa: "¿Acaso lo esperabas?" "No, pero menudo chasco, ¿no?".

Mari Pili no es la única que se ha llevado una pequeña decepción con la no llegada del Apocalipsis. A pesar de que sabíamos perfectamente que hoy, 21 de diciembre de 2012, no se acabaría el mundo y que ni siquiera la interpretación del calendario maya era correcta, nos hemos quedado como desencantados. Pero, ¿qué esperábamos que sucediera realmente?

"¿Quieres morirte o qué?" La verdad es que no pretendía que mi pregunta sonase tan dura, era más bien un incentivo a la reflexión. "Pues no, todavía no -responde Mari Pili-, pero no sé, hubiera estado bien que ocurriese algo después de tanto bombo, ¿no?"

21 de diciembre sin fin del mundo

Lo increíble es que no es ni la primera ni la última que piensa así. Miles de twitteros han colapsado los Trending Topics de referencias al esperado Apocalipsis con hashtags como #TeEngañoComolosMayas o #FelizFinDelMundo con evidente tono humorístico pero también cierto matiz de cabreo. ¿Tan mal está el mundo que de verdad queremos ponerle fin? Es una pregunta retórica, mejor no contestéis.

Para ser sincera a mí también me ha dado un poco de pena. Hace un mes pacté con un amigo vivir la vida como si realmente se fuese a terminar el 21 de diciembre. Así lo he hecho y el sentimiento de despreocupación y libertad que han guiado mis actos me ha hecho más feliz que nunca. Pero ahora que ya no tengo ni fecha, ni excusa, ni Apocalipsis, ¿a qué juego para seguir disfrutando?

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